Los tres principales sindicatos en cuanto a representación laboral en Galicia reiteran la postura explicitada en 2018 y se oponen de manera transversal a la propuesta de Atalaya Mining y su empresa filial coparticipada por Explotaciones Gallegas (ExGa).
Tras mantener una serie de reuniones con miembros de la Plataforma Mina Touro O Pino Non, tanto Comisiones Obreras (CCOO) como la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Intersindical Galega (CIG) han rechazado de manera tajante el proyecto de reapertura de la mina de Touro por su elevado impacto socioambiental.
“No se dejan engatusar por las promesas de las empresas mineras que mutan, con una facilidad pasmosa, de cientos en miles los puestos de trabajo que dicen van a crear. Proyectos como este no encajan en su apuesta por una minería sostenible y de recuperación de los espacios naturales, por mucho que las mineras usen profusamente esos términos en su discurso de una forma espúrea” -ha incidido en una nota de prensa la plataforma vecinal-.
Para el colectivo, la necesidad de mover a la opinión pública hacia una posición favorable al proyecto minero conduce a presentar la realidad bajo “burdas manipulaciones”, recordando el apoyo incondicional tanto social como sindical al rechazo de la mina cuando la empresa promovió el proyecto presentado en 2017 y denegado en 2021.
“BAILE DE CIFRAS” PARA UN PROYECTO DUDOSO E INVIABLE
Al respecto y en lo que a puestos de trabajo se refiere, en el mes de marzo de este año, Cobre San Rafael hablaba de la creación de 400 empleos directos y 200 millones de inversión, a finales de septiembre de 1.600 empleos y 2.500 millones, a principios de octubre de 1.000 empleos y 300 millones y a mediados, a través de uno de sus empleados -el geólogo Pablo Núñez Fernández- de 2.000 empleos y 2.540 millones de euros.
Por otra parte, Cornado Mina Non, otra de las entidades vecinales más activas contra el plan minero que Atalaya Mining y Explotaciones Gallegas pretenden desarrollar a través de su filial conjunta Cobre San Rafael, ha manifestado que estas empresas están realizando “un ejercicio de minería-ficción para incautos” con su “permanente baile de cifras de empleo sobre la mina de Touro”, algo que “en absoluto resulta creíble” convirtiéndose en un comportamiento “socialmente rechazable” que perjudica a la clase trabajadora y demuestra “la falta de seriedad del proyecto” al tiempo que “confirma su inviabilidad”.