Miles de checos se han manifestado este lunes en Praga y en varias ciudades en defensa de una Justicia independiente y contra el primer ministro, Andrej Babis, y sus planes de nombrar a una nueva ministra de Justicia.
Los manifestantes consideran que el nombramiento mañana de la socialdemócrata Maria Benesova puede afectar a la independencia de la Justicia, debido a sus estrechos vínculos con Milos Zeman, el conservador presidente del país y aliado de Babis.
En la protesta se denunció el riesgo de que República Checa siga el camino de países como Polonia y Hungría en relación a la injerencia del poder Ejecutivo en la Justicia, informan los medios locales.
El primer ministro está siendo investigado por un supuesto fraude de 1,7 millones de euros con fondos comunitarios, a la espera de que la Fiscalía responda a la petición de la Policía de que se abra juicio a Babis, uno de los empresarios más ricos del país.
La Oficina Antifraude de la Unión Europea (OLAF) ha constatado “fraude” e “irregularidades” en la concesión a una de las empresas de Babis de fondos comunitarios de un programa de financiación para pymes.
La OLAF obligó a la República Checa a devolver esos fondos, tras verificar que la empresa beneficiaria estaba vinculada a Agrofert, el imperio agroindustrial y químico que posee el jefe del Gobierno.