Rocío Monasterio, la candidata de la extrema derecha de Vox, ha llevado al debate de Telemadrid por el 4M la campaña de odio contra los menores migrantes que tanta polvareda ha levantado estos días.
En su primera intervención, Monasterio tardó solo quince segundos en cargar contra los menores aludiendo al cartel electoral con datos manipulados que su partido colocó este martes en la estación de la Puerta del Sol y equiparó durante dos horas y media inmigración y delincuencia.
Monasterio ha explotado el mensaje xenófobo y ha mencionado casi una decena de veces la palabra “MENA” en el debate, aprovechando una de sus intervenciones para sacar el cartel que colocaron este martes en la céntrica parada del transporte público madrileño, a pesar de que la Fiscalía de Madrid ha abierto una investigación para determinar si la campaña de Vox constituye un delito de odio.
La candidata de la ultraderecha ha hecho varias referencias a este asunto para agitar la idea de una presunta inseguridad en los barrios obreros. Para articular su discurso ha destacado que si los migrantes son menores “lo que tienen que hacer es volver con sus familias”: “No podemos promover el efecto llamada”. “Si no son niños y delinquen, deben estar en la cárcel”, ha sentenciado.
Durante su intervención llegó a decir que tuvo que explicarle a la candidata de Más Madrid, Mónica García, “qué es la Covid” durante una junta de portavoces en el parlamento regional. La candidata de Más Madrid, anestesista del hospital 12 de octubre, la miró perpleja sin entender nada de lo que exponía.
Abascal, Monasterio y la Seguridad Social
Por su parte, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que apenas le dedicó alguna palabra durante el debate, le ha recordado a Monasterio el paso del presidente de su partido, Santiago Abascal, por la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social. “Para chiringuito el que le puso Esperanza Aguirre al señor Abascal”, ha recordado Iglesias.
A pesar de los chanchullos de Abascal, Monasterio ha optado por alardear de su experiencia laboral alejada de las instituciones públicas, hasta que llegó a la Asamblea de Madrid. “Soy la única candidata que ha trabajado 20 años en la empresa privada”, ha presumido este miércoles ante las cámaras de Telemadrid, para asegurar un instante después que “ninguno de los que hay aquí han cotizado 20 años en la Seguridad Social”.
Lo cierto es que Bal es abogado del Estado, Ángel Gabilondo es profesor universitario y Mónica García es sanitaria y Pablo Iglesias ha trabajado como docente en la Universidad Complutense.