Algunos jerarcas de la Iglesia católica, que callaron cuando el gobierno de facto masacraba al pueblo y asaltaba al Estado, ahora justifican el golpe con sus comunicados políticos”, ha escrito este miércoles Morales en su cuenta de Twitter, en alusión a la confirmación de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) de haber participado en las reuniones de las que Jeanine Áñez salió como “presidenta interina”.

El líder indígena ha precisado también que la institución eclesiástica, por más que trata de evadir toda responsabilidad que recae sobre su amparo dado a la cúpula golpista que quebró el orden constitucional en octubre de 2019, resulta que ahora sale confesando su grado de complicidad en esta trama conspiratoria.

“Tratan de esquivar su culpa, pero lo que hacen es confesar que fueron cómplices”, ha manifestado Morales, refiriéndose al memorándum enviado por la CEB al papa Francisco y a la Fiscalía de Bolivia para definir “el papel de la Iglesia en el proceso de pacificación en el país”.

En el citado documento, se señala que la CEB mantuvo al menos cinco reuniones, desde noviembre de 2019, con diferentes actores políticos. Además, revela que Carlos Mesa, líder de Comunidad Ciudadana y excandidato presidencial en las elecciones de 2020, propuso a Áñez para presidir el ejecutivo golpista.

En noviembre de 2019, tras un golpe de Estado que causó la renuncia de Morales como el mandatario legítimo del país, Áñez se autoproclamó presidenta interina de Bolivia, pese a no cumplir con los requisitos constitucionales para ello.

Esta especie de confesión hecha por la CEB se suma a otra similar expresada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien admitió en su día que jugó un papel destacado en contra de Morales en las elecciones de 2019, con la intención de favorecer la victoria electoral de la oposición boliviana.

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