El nuevo viceprimer ministro argelino, Ramtam Lamamra, afirmó hoy que «nadie desea un periodo de transición eterno» y que este desembocará «en un nuevo sistema político que se sustentará en la voluntad del pueblo».
En una entrevista a la radio estatal Cadena Tres, Lamamra, antiguo titular de Exteriores, dijo que la función del nuevo Gobierno, cuya composición se conocerá mañana, será facilitar el trabajo de la Conferencia Nacional, que debe vertebrar una reforma sin tocar los cimientos.
«En ningún caso la organizará», recalcó Lamamra, partidario de incluir a todas las sensibilidades y todos los actores, entre ellos la llamada diáspora argelina.
«Nadie desea un periodo de transición eterno. Argelia seguirá siendo una república democrática. No se tocarán las esencias», recalcó.
A este respecto, Lamamra insistió en que se consultará el proceso con los distintos partidos políticos y que en la Conferencia Nacional, abierta igualmente a la sociedad civil, «estarán representados de forma equitativa los diferentes componentes de la sociedad argelina».
«La oposición es cordialmente invitada a integrase en el nuevo Gobierno. No hay ningún problema. Si elementos de la oposición y la sociedad desean estar presentes en el Gobierno, son bienvenidos», señaló Lamamra, quien admitió que el cambio en el nuevo Ejecutivo «será sustancial».
«Se trata de dialogar entre todos para poder atender a las aspiraciones de los jóvenes. Cuando la patria pierde, nadie gana. No se trata de permanecer en el poder unos meses más», insistió sobre la renuncia del presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, a ser reelegido para un quinto mandato.
Una decisión que fue anunciada el pasado lunes tras más de tres semanas de protestas en las calles, en la mayor movilización que se recuerda en el país en las últimas dos décadas.
La decisión, acompañada de un aplazamiento de las elecciones presidenciales previstas para el 18 de abril y la puesta en marcha del citado periodo de transición, no ha calmado a los argelinos, que temen que sea una maniobra del régimen para mantenerse en el poder.