El rodillo parlamentario de los populares aprobó el viernes en comisión el dictamen de la nueva Ley de Patrimonio Natural de Galicia, que viene a reformar la Ley 9/2011, de protección de la naturaleza. Todos los grupos de la oposición parlamentaria y los colectivos conservacionistas denuncian la urgencia, imposición y pésima elaboración de la normativa, al considerar que supondrá un paso más en la desprotección efectiva del territorio por parte del Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo.
Si alguien se ha significado en las últimas semanas en la lucha contra el nuevo texto legal ha sido el viceportavoz del Grupo Parlamentario de En Marea Antón Sánchez, que ha venido denunciando el “incumplimiento sistemático” por parte del Ejecutivo gallego de puntos fundamentales como la ampliación de la Red Natura que demanda la Unión Europea, la no aprobación de las Directrices da Paisaxe de Galicia o la subordinación de la Consellería de Medio Ambiente a la de Economía e Industria, lo que supone “mirar hacia otro lado cuando se contamina”.
Sánchez, también portavoz nacional de Anova, ha denunciado que el Parlamento gallego ha sido utilizado en esta ocasión “con absoluto desprecio” por parte de los populares y se ha demostrado una vez más su falta de voluntad para hacer “un debate abierto, un debate honesto con la sociedad que tanto defiende lo que debería defender el Gobierno gallego”.
“Cuando esta ley obtiene la uninimidad en contra de los colectivos ecologistas y de custodia del territorio quiere decir algo que habla mucho del desprecio del Partido Popular por estas sensibilidades” -ha sentenciado el representante del Grupo Parlamentario de En Marea- insistiendo en que la presencia de los colectivos conservacionistas “seguramente sería enriquecedor para el interés general pero seguramente no sería del gusto del Partido Popular escuchar lo que tienen que decir”.
Para Luís Bará, del BNG, el proyecto de ley presentado por el PP es “cutre” y “regresivo” tanto en la forma como en el fondo ya que “supone un auténtico atropello a la regulación y a la participación democrática tanto de los grupos de la oposición como de las entidades sociales”.
“En lugar de proteger la naturaleza, en esta ley del Gobierno de Feijóo priman los intereses económicos y urbanísticos de los grandes lobbies como el forestal, el energético o el minero, que están depredando nuestro territorio y los espacios naturales protegidos, y no se pone freno a la pérdida de la biodiversidad” -ha denunciado el diputado-.
Patricia Vilán, del PSdeG, considera que la nueva ley afecta negativamente al “día a día” de las personas que trabajan con el patrimonio natural, mientras que el presidente de la Xunta “intenta aparentar que hace algo tras una legislatura perdida” al imponer la tramitación “exprés” de la norma.
Antón Sánchez, desde el Grupo Parlamentario de En Marea, también ha incidido en este punto, afirmando que “tanto la forma de tramitar esta ley como su contenido habla mucho de la actitud del Partido Popular ante las políticas ambientales” y supone “un enorme retroceso con respecto al Gobierno anterior” cifrado en la reducción drástica de los presupuestos, en el incumplimiento de la Ley de Conservación de la Naturaleza y de sus partes más importantes en lo referente a la conservación y recuperación de especies en peligro de extinción o amenazadas, porque “el Partido Popular considera las políticas de conservación de la biodiversidad un obstáculo para su modelo económico que es el de la depredación“.