La Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Aplicadas de Galicia (Asime) cambia por quinta vez consecutiva a lo largo del año el número de puestos de trabajo que presuntamente crearía el proyecto de salir adelante.
En un campaña mediática organizada por Atalaya Mining y su filial gallega, un comunicado de la patronal de industrias del metal habla ahora de 1.700 empleos, tras las cifras ofertadas por la minera y sus representantes en 2021 que van desde los 400 a los 1.000, 1.600 y 2.000.
Para la Plataforma vecinal Cornado Mina Non esta realidad desmiente claramente las promesas de empleo de Cobre San Rafael, que también está jugando con las cifras de inversión, pues estas han ido variando en cuestión de meses desde los 200 o 300 millones de euros iniciales hasta llegar a los 2.540 actuales a partir de unos datos de una supuesta consultora, que para el grupo vecinal es “una entidad fantasma que la empresa anuncia pero no identifica”.
Desde el colectivo se apunta que esta situación denota “el caracter puramente especulativo de un proyecto” que ha sido “rechazado mayoritariamente por la sociedad gallega” y demuestra que las promesas de Cobre San Rafael “son cualquier cosa menos fiables”.
UNA RESTAURACIÓN AMBIENTAL FICTICIA
Por otra parte, la entidad vecinal denuncia “la utilización interesada” que la mercantil y la patronal están haciendo de conceptos como el de “máximo respeto a los estándares medioambientales” o la “filosofía de vertido cero” cuando las empresas matrices de Cobre San Rafael -Atalaya Mining y Explotaciones Gallegas- “acumulan denuncias y expedientes sancionadores por las numerosas irregularidades ambientales y administrativas cometidas a lo largo del tiempo”.
Para Cornado Mina Non es totalmente “irresponsable” hablar del “compromiso” con una industria minera “sostenible” como hace Asime cuando “la Fiscalía ha actuado de manera contundente en los últimos años contra el proyecto “estrella” de Atalaya Mining, Riotinto, por sus graves incumplimientos en materia de seguridad laboral y protección medioambiental recibiendo asimismo diversos expedientes sancionadores por parte de la Junta de Andalucía.
En un caso equivalente, el colectivo vecinal recuerda que Explotaciones Gallegas ha recibido en los últimos años hasta cuatro multas por parte de Augas de Galicia por un valor superior a los 60.000 euros por sus continuos vertidos de aguas residuales desde sus instalaciones situadas en la antigua mina de Touro.
Para Cornado Mina Non, teniendo en cuenta todas las circunstancias, cuyos hechos “son de conocimiento público y notorio”, la realidad “desmiente claramente las promesas de empleo, inversión y restauración ambiental de Cobre San Rafael y sus socios”, que “pretenden coaccionar a la sociedad condicionando la restauración ambiental de los terrenos afectados obligatoria por Ley y previa a cualquier tipo de propuesta extractiva” en una suerte de “minería de trileros” que “olvida que al igual que miles de personas en las calles, dos diputaciones y 45 ayuntamientos gallegos ya han dicho no al proyecto”.
