Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, han tachado de “obscenidad” los expedientes de regulación de empleo (ERE) anunciados por CaixaBank con 8.291 despidos y BBVA, con 3.800, y han instado al Gobierno a intervenir.
Este martes 20 de abril, la cúpula de CaixaBank ha trasladado a los sindicatos la intención de despedir al 18% de su plantilla en España, es decir, 8.291 personas. Además, según han comunicado los sindicatos UGT y CCOO, el banco también contempla cerrar el 27% de sus oficinas en territorio nacional, más de 1.500.
CaixaBank justifica este gran número de ERE como una consecuencia de la reciente absorción de Bankia y la digitalización de los clientes, que cada vez demandan menos físicamente y más virtualmente, lo que requiere del cierre de sucursales.
Por su parte, BBVA ha planteado este jueves a los sindicatos el despido de 3.800 empleados en España, el 16,3% de una plantilla de unos 23.300 trabajadores, además del cierre de 530 oficinas, el 21,3% de su red.
El banco justificó la reestructuración por motivos económicos, de producción y organizativos y destacó que la transformación digital, acelerada por la pandemia, era el detonante.
Los sindicatos han denunciado que mientras se están planteando la destrucción de miles de puestos de trabajo se plantee la aprobación para directivos y consejeros de incrementos de retribución y pagos de bonus.
Calviño y los sueldos inaceptables de los directivos
Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha trasladado al Banco de España su preocupación sobre los sueldos y bonus de los altos ejecutivos de banca mientras el sector se plantea fuertes ajustes de plantilla.
Este mismo mensaje fue el que ofreció el miércoles en declaraciones a los medios tras la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, cuando aseguró que desde hace años el Gobierno trabaja activamente en alternativas para evitar los despidos y calificó de «inaceptables» los elevados sueldos y bonus que cobran los directivos de banca, que en su opinión «no se corresponden en absoluto» con la situación económica del país, especialmente en entidades que están anunciando fuertes recortes de personal y cierre de oficinas, tal y como recoge El Boletín.
«Esta preocupación la hemos expresado al Banco de España y vamos a utilizar los instrumentos a nuestra disposición para tratar de encauzar este proceso de la manera que sea lo mejor posible para la evolución económica. Tendremos que utilizar los distintos instrumentos y, en primer lugar, creo que el Banco de España como supervisor del sector tiene un papel que jugar para encauzar este proceso de la manera más positiva desde el punto de vista de su impacto en la economía general de nuestro país», ha señalado Calviño.