El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que ostenta también la cartera de Defensa, mantendrá una reunión de seguridad de emergencia en la sede del Ejército en Tel Aviv, tras el lanzamiento hoy de dos cohetes desde Gaza hacia esa ciudad.
La reunión tendrá lugar “próximamente”, señaló su portavoz, sin dar detalles sobre la misma, informó el digital Times of Israel.
En un comunicado, el Ejército israelí confirmó que “se lanzaron dos cohetes de la Franja de Gaza hacia territorio israelí. Los sistemas de alerta operaron con normalidad. Los sistemas de defensa aérea no hicieron ninguna intercepción”.
La nota aseguró que “no se han registrado daños ni heridos” y “no se han dado instrucciones especiales al frente interior civil”.
Pese a ello, el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, al igual que autoridades de otras ciudades de la región, ordenó abrir todos los refugios antibombas públicos de la ciudad.
El servicio de emergencia United Hatzalah señaló que equipos han atendido a “numerosas personas por ataques de ansiedad y shock emocional” tras las explosiones de los cohetes, que se oyeron con gran claridad en el sur de la ciudad.
En Gaza, medios palestinos aseguran que el jefe del movimiento islamista Hamás, Ismail Haniye, y altos cargos del movimiento están evacuando instalaciones y sedes, así como sus viviendas y oficinas, ante la posibilidad de un ataque de represalia israelí esta misma noche.
El digital israelí Ynet afirmó que la Yihad Islámica está detrás del lanzamiento de los dos cohetes citando “fuentes en Gaza”, pero el portavoz de ese grupo Dawood Shihab lo desmintió.
Esta noche, dos cohetes lanzados desde la franja palestina activaron las alarmas antiaéreas en el sur de Tel Aviv, donde se oyó un fuerte impacto, explicó el Ejército israelí.
Fuentes de seguridad en Gaza confirmaron a los periodistas que la delegación de la Inteligencia egipcia que se encontraba en la franja para mediar en alto el fuego de larga duración con Israel ha abandonado el territorio, lo que es interpretado por medios israelíes como una indicación de que se esperan bombardeos sobre la franja en represalia por el ataque.
