El príncipe es un ensayo político del siglo XVI escrito por el diplomático y teórico político italiano Nicolás Maquiavelo. La obra está dirigida a Lorenzo de Médici, conocido como ‘el Magnífico’, a quien Maquiavelo explica cómo actuar y qué hacer para unificar a Italia y sacarla de la crisis en que se encuentra.
LO BÁSICO
Biografía de Nicolás Maquiavelo
Nicolás Maquiavelo en 10 frases
El pensamiento político de Nicolás Maquiavelo: el relativismo moral
Aunque parece ser que existía correspondencia con una versión distribuida en 1513, usando el título de El liderazgo, la edición impresa de El príncipe no se publicó hasta 1532, cinco años después de la muerte de Maquiavelo.
Este libro ha hecho una importante contribución a los conceptos políticos modernos. En este sentido, se trata de una obra que contradice la tradición filosófica del pensamiento político antiguo, donde la práctica política está oculta por la idealización de gobiernos y ciudades utópicos.
El príncipe y la búsqueda del bien común
En El príncipe, Maquiavelo establece que el ejercicio real de la política implica situaciones reales con hombres y pueblos reales, cuyas decisiones y acciones no responden necesariamente a la moral y sí a las leyes del poder. Maquiavelo echa mano de situaciones históricas reales para desarrollar sus ideas, que abarcan desde el mundo antiguo hasta su presente.
El Estado, en El Principe, es el gran articulador de las relaciones sociales para garantizar que los hombres vivan en libertad a través de sus leyes. De esta forma, se logra el bien común, y todo lo que atente contra él puede ser rechazado, siendo cualquier medio lícito.
Todo poder convertido en estado, según Maquiavelo, debe “ser amado y temido” y si no conquista el amor al menos debe ahuyentar el odio. El gobernante no puede ser cruel ni actuar al margen de sus propias leyes, debe combinar virtuosamente la fuerza, la crueldad solo si es necesaria, con la benevolencia que no lo muestre débil.
Moral y religión en El príncipe
El príncipe puede considerarse una de las primeras obras de filosofía política, en la que se razona que la verdad efectiva es más importante que cualquier ideal abstracto. La importancia de este tratado radica en que deja al descubierto las verdades prácticas del poder y muestra la forma en que frecuentemente el ejercicio del poder contradice u obvia los preceptos morales.
Este tratado estaba en conflicto directo con las doctrinas dominantes católicas y escolástica de la época con respecto a la política y la ética: en lugar de dedicarse a hacer juicios sobre la moral o la religión, se enfoca en cuestiones de estrategia política.
En “El Príncipe”, Maquiavelo muestra el triunfo del espíritu renacentista sobre la religión, centrándose en el perfeccionamiento de la conciencia humana y de la sociedad. Como el poder es el centro de la política, un arte, para construir el bien común.
El príncipe en la política moderna
«Siendo mi intención escribir algo útil para quien lo lea, he considerado más apropiado ir directamente a la verdad objetiva de los hechos que a su imaginaria representación», señalaba Maquiavelo en su tratado. Un extracto de define su influencia en la política moderna, ya que sí resultó útil, tal y como intuía el escritor.
El manifiesto de Maquiavelo aún plantea interrogantes sobre la estructura organizativa de nuestra sociedad actual. La idea de racionalidad instrumental, enfrentamiento entre realidad y apariencia, es lo más importante de su concepción de la política como campo autónomo y nos permite comprender algunas cosas clave: la política siempre implica dilemas, y el juicio sobre esto es contextual.
A partir de Maquiavelo, la principal ambición de la política moderna será la efectividad, y tomar “el partido menos malo” en las decisiones, justificándose esto en la búsqueda del “bien común” y del gobernante que mejor gestione la lograr este fin.
El autor nos enseñó con su libre las reglas del juego, tras analizarlas fríamente, y mostrándonos que el juicio sobre la política tiene que ser distinto al de la moral religiosa o humanista. La política debe tener los pies en el suelo y la religión y el humanismo deben quedarse al margen.
Maquiavelo descubrió con El príncipe las reglas de funcionamiento del sistema y expuso de un modo frío, sin alma. Un manual para el buen gobernante.
Un príncipe maquiavélico
El príncipe es la obra que da origen al término maquiavélico, utilizado con cierta carga despectiva, asociando su uso a la astucia y perfidia para conseguir propósitos. En realidad esta es una obra de gran valor por su conocimiento de la psique humana, el sentido común y el pensamiento pragmático.
Esta obra contribuyó también a las connotaciones negativas modernas de las palabras «política» y «político» en los países occidentales.