Omar Gusaquillo y Diego Alexis Vega, miembros de la comunidad nativa colombiana Kiwe Nasa, formaban parte de la Guardia Indígena que hacía vigilancia nocturna, debido al robo de ganado en esta zona rural de Jamundí, al suroeste de Colombia.
Según denuncia RT, una operación del Ejército colombiano en la zona rural de Jamundí, en el Valle del Cauca, mató a Osmar e hirió a Alexis, en lo que algunos testimonios señalan como una ejecución.
Según narró Alexis en su primera declaración este jueves, cuando los jóvenes se preparaban para darse un aseo personal en una casa, fueron sorprendidos por militares de la Tercera Brigada del Ejército, quienes les gritaron: “¡Quietos, manos arriba!”.
Omar les respondió: “No disparen, estamos desarmados. Somos de la Guardia Indígena”. Inmediatamente después de que los jóvenes de la se identificaron, el Ejército comenzó a dispararles, pese a que no tienen jurisdicción en esta zona rural. Como resultado del operativo militar, Ómar resultó muerto y Diego herido, por lo que fue trasladado a un hospital.
Medios locales indican que el Ejército habría señalado a Omar como miembro de una organización criminal y aseguraron que en la vivienda donde murió se encontró un uniforme camuflado, un radio teléfono amarillo y un arma de fuego.
Algunos vecinos de la zona dijeron a Semana que el Ejército trató de montar un “falso positivo”, como se le conoce a los casos, en los que miembros del Ejército presentaban como guerrilleros ‘dados de baja en combate’ a jóvenes asesinados.
La Organización Regional Indígena del Valle del Cauca (Orivac) rechazó el “cruel asesinato” de Omar. “Vuelve la zozobra de muertes, amenazas, al territorio colombiano, en especial al Valle del Cauca”, denunció Orivac en un comunicado, en el que también acusa al Gobierno de Iván Duque de su falta de compromiso con los acuerdos de paz firmados con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La ONIC hizo un llamado al Gobierno de Duque a retomar el Acuerdo de Paz firmado en 2016.