Valle Alonso
Periodista. Directora y presentadora de Mujeres Malditas en RNE
Cuando periódicamente grupos de padres mediante la mal llamada gestación subrogada se topan con problemas administrativos para salir del país con sus hijos, la mayoría de medios se apresura a titular con el manido «atrapados en Ucrania», no sabemos si por desconocimiento de la realidad o falta de originalidad. Es importante que los medios de comunicación llamemos a las cosas por su nombre y que, al margen de nuestros principios éticos o morales, no blanqueemos prácticas que no tienen cabida en el ordenamiento jurídico español.
Ya en 2016, con el gobierno de Mariano Rajoy, el ministerio de Exteriores desaconsejó formalmente a las familias viajar a Ucrania para tal fin, puesto que había serias dudas sobre la transparencia en los procesos y sobre el trato que se dispensa a las mujeres gestantes.
Esa información apareció tanto en la página web de Exteriores como en la de nuestra embajada en Kiev. Se han emitido comunicados recordándolo y las familias han hecho caso omiso. En Ucrania –dicen los padres «de intención»– es más barato. Y argumentan que casi nadie puede permitirse los entre 150.000 y 200.000 euros que cuesta el proceso en EEUU o Canadá.
Frente a esas cantidades, los aproximadamente 40.000 euros que cuesta encargar un hijo en Ucrania son asumibles para muchas familias. Asumibles aun sabiendo que es uno de los países más pobres de Europa, con un índice altísimo de paro, con un salario medio que ronda los 200 euros mensuales. A sabiendas de que una de las empresas a las que recurren miles de parejas, probablemente ellos mismos, está siendo investigada por tráfico de óvulos, seres humanos –los propios bebés– , falsedad documental y delito fiscal. Todo vale a la hora de ahorrarse unos euros porque –señalan– ¿quién puede gastarse una cifra astronómica en ser padre o madre?
Ucrania se ha convertido en el útero de Europa por «sus competitivos precios» y, frente a ello, poco importa que entre 10 y 12 mujeres gestantes convivan en una pequeña vivienda durante los últimos meses de embarazo, sin tener contacto alguno con sus parejas, familia e hijos, en cumplimiento del mismo contrato que las obliga a abortar en caso de que el feto presente alguna anomalía, o a practicarles cesáreas innecesarias para ajustar el momento del parto a la conveniencia de los padres «de intención».
Las familias defienden que «sus gestantes» son de clase media y tienen las necesidades básicas cubiertas. ¿Cómo es la clase media ucraniana? ¿Entendemos por necesidades cubiertas hacer tres comidas al día y tener un techo?
Esa es la vida de «sus» gestantes, las que «voluntariamente» han pasado por un embarazo y un parto a cambio de la «remuneración» acordada, a las que con el cordón y la placenta aún latiendo les son arrebatados sus hijos para que el padre o la madre «de intención» lleven a la práctica un «piel con piel» sin sentido.
No hace falta leer a los más reputados neuropediatras para saber que lo peor que le puede suceder a un recién nacido es que lo separen de su madre y que esa separación tendrá consecuencias para toda la vida. La madre es lo único que conoce un bebé. Y lo único que necesita.
Les roban ese primer instante de calor y de amor. Y siguiendo las instrucciones de los psicólogos de las agencias, les niegan sus orígenes. «Los padres intencionales son quienes toman esa decisión. La gestante asume el compromiso de no interferir jamás en la vida y en la educación del menor, ni de tratar de tener contacto alguno con él». «Sin embargo –añaden–, hay padres intencionales que prefieren establecer una relación personal con las gestantes». Desde AEGES, por ejemplo, sugieren «evitar contactos posteriores, siguiendo la recomendación de su equipo de psicólogos».
Con toda la buena intención, se suele señalar a esas parejas que adopten, y es más que probable que muchas lo hayan intentado. Pero en la adopción hay normas encaminadas a hacer prevalecer el bien superior del menor. El Certificado de Idoneidad es condición imprescindible y, para su obtención, las familias han de hacer cursos y ser valoradas por médicos, psicólogos y trabajadores sociales.
A una pareja que ronda los 60 años nunca se le asigna un bebé, como parece lógico. Tampoco se puede iniciar un proceso de adopción hasta pasados 5 años desde que se ha sufrido un cáncer, es decir, cuando se está «oficialmente» curado. Y no son normas caprichosas o absurdas: se vela por que esa criatura que ya ha sufrido un abandono no quede huérfana.
La adopción trata de ser reparadora. Nuestras hijas e hijos llegan a nuestras vidas con esa herida del abandono que intentamos curar día a día en un entorno de amor, seguridad, cuidados y respeto a su origen. A diferencia de la adopción, con la mal llamada gestación subrogada se causa ese daño adrede al menor, anteponiendo el presunto derecho a ser padres, que no es más que un deseo. No todo se puede conseguir en la vida y, a veces, es necesario aprender a gestionar la frustración.
Esto no pasaria si se regulase en España.
Ya está regulado, está prohibido.
Que patético este artículo, carente del más mínimo rigor periodístico, vergüenza que alguien llamada periodista pueda escribir tan maña pártala y falsedad.
Non se pode entender o comentario de Amador sen o descoñecemento ou, ao mellor, sen mirar para outro lado para non ver…
Bonito artículo.
Yo tengo dos hijos, con lo que no tengo necesidad de esa «gestació subrogada nio de adopciones Aún así, teníamos el deseo de tener más hijos y decidimos adoptar, por cuanto los medicos desaconsejaron a mi esposa nuevos partos que podían ponerla en peligro.
Dígame, señora periodista, ¿sabe que requisitos económicos se piden para recibir el certificado de idoneidad como adoptante?
Déjeme que se lo explique. Lo de que prima el bienestar del menor, es sencillamente, mentira.
La adopción es únicamente para ricos. Y el bienestar del menor puede estar en una familia pobre, que tenga lo justo para subsistir, pero le den el amor que necesita.
Los requisitos económicos van ligados a la cantidad de miembros de la familia, un sueldo mínimo por cada miembro. Ahora multiplique esa cifra por los cuatro que somos y añada uno más por el niño adoptado y compárelo con el sueldo de un trabajador que saca adelante una familia de esposa y tres hijos.
No me venga con mentiras. El bienestar del niño queda en segundo plano para el gobierno español, ya sea por gestación subrogada o por adopción. No disculpo a los que buscan la opción del vientre de alquiler, pero una vez nacido el niño, si quitar las responsabilidades legales que se les podría aplicar a los padres, lo primordial debiera de ser el niño. E igualmente en las adopciones. Por un lado las personas que buscan una gestante para su hijo, lo convierten en mercancía que es exactamente lo mismo que hace el estado español con las adopciones. Por otro el sentimiento humano, el deseo de ser padres y dar amor a un hijo queda en segundo plano y se convierte en algo comercializable.
¿O cree usted que cualquier español tiene 40.000€ para el «barato» proceso de la gestación subrogada?
¿O cualquier trabajador gana 4000€ al mes para poder adoptar?
Es muy bonito poner plasmar su opinión, basándose en su propia concepción de lo que es moral y lo que no, apoyándose en su carrera de periodismo. Pero por favor infórmese.
Un cordial saludo
Si vuelve usted a releer el último párrafo, creo q le quedará más clara la esencia del articulo con respecto a la diferencia básica y especifica d la que se trata a la hora de hablar del niño.
Luego a parte de entender el articulo como concepto de lo q se quiere mostrar, podemos debatir por supuesto, lo costoso en el más amplio sentido de la palabra q en España o en cualquier otro país puede resultar la adopcción. De acuerdo contigo. Pero yo para resumir banalmente claro, me quedo con la imagen de recoger a un niño en un orfanato versus recoger a un niño saliendo del vientre de su madre.
parece que no entendió mi comentario.
Banalmente de la fra se no la que usted se queda, yo me quedo sólo con dos palabras: El niño
cuando se trata de un salvamento siempre se dice «las mujeres y los niños primero» y no quiero entrar en si es machista o no, sólo poner de relieve que si nos ponemos a filosofar de que si el padre lo es sólo genéticamente por esperma, o la madre es quien gestó al bebe o la que donó al óvulo, estaremos de nuevo olvidando que lo importante es el niño.
Entre esos niños atrapados en la burocracia, hay una bebe que necesita una intervención quirúrgica por una cardiopatía. No la puede recibir en ucrania por no estar cubierta su sanidad al ser española y morirá si no recibe los papeles que le permitan venir a España. si llegara el caso de que muriese, ¿buscaremos responsables? pues si sabían que era ilegal en España, ¿para que iban a Ucrania para gestar el bebe? ¿serán los padres responsables de su muerte?es decir ¿decidieron ellos que naciera enferma?
Un niño, necesita amor y una familia donde crecer y desarrollarse. Eso es lo importante, y no si lo saca usted del vientre de su madre o de un orfanato. Lo importante es el niño.
¿Lo entiende?