Debido a los efectos del cambio climático nos estamos enfrentando a incendios forestales de 6ª Generación que se caracterizan por presentar una severidad, intensidad y velocidad nunca antes vista, con capacidad para transformar incluso las condiciones atmosféricas.
Hemos pasado de tener siniestros que implicaban un peligro real para nuestros bosques a tener situaciones de emergencia para la población civil, así como un elevadísimo riesgo para el personal que presta los servicios de prevención, detección y extinción, llegando a vivirsituaciones en las que los incendios sobrepasan la capacidad humana para extinguirlos, como el que hemos vivido recientemente en Gran Canaria.
Es preciso establecer medidas encaminadas al consumo y la producción forestal sostenibles, la gestión sostenible de los recursos naturales y la adaptación y mitigación al cambio climático, de manera que se puedan satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras. Para que esto sea posible, los trabajadores y las trabajadoras del sector de la silvicultura y explotación forestal deben tener unas condiciones dignas y unos puestos de trabajo seguros.
Es preciso reconocer y valorar el trabajo arduo y difícil (y muchas veces en condiciones extremadamente precarias) de los más de 6.000 agentes medioambientales que cuidan de nuestros bosques y de los más de 25.000 bomberos forestales que luchan contra la lacra que suponen los incendios forestales en nuestro país.
Para que estos trabajadores y trabajadoras puedan desarrollar su trabajo, es necesario establecer desde las diferentes Comunidades Autónomas planes reales y eficaces contra los Incendios Forestales, que pasen por la continuidad durante los 12 meses del año de los trabajadores y trabajadoras del sector y por el establecimiento de labores preventivas todo el año, y en especial en la época invernal, ya que los incendios forestales se apagan en invierno.
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Los riesgos del sector
Son muchos los riesgos a los que están expuestos las personas que trabajan en el sector forestal, especialmente los trabajadores y trabajadoras que se ocupan de la prevención y la extinción de incendios.
Según los datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de año 2018, por cada 100.000 personas trabajadoras, 15.434,2 sufren un accidente en jornada laboral con baja, lo que convierte al sector de la Silvicultura y explotación forestal es uno de los sectores con mayor índice de incidencia de siniestralidad en nuestro país. Es necesario que se aplique la normativa en prevención de riesgos laborales, que en este sector es particularmente deficiente.
Esta situación está favorecida por la corta duración de los contratos de trabajo y la rotación de la mano de obra. Hay un gran número de trabajadores autónomos y pequeñas empresas, así como trabajadores procedentes de otros países. Mencionar en este sentido que, en el año 2018, el 22,8 % de los accidentes (636) fueron sufridos por trabajadores o trabajadoras de otras nacionalidades, principalmente europeos y africanos.
Por otro lado, hay que incidir en la dificultad que tiene la Inspección de Trabajo en realizar sus labores de vigilancia y control debido, entre otros aspectos, a la corta duración de los trabajos a realizar y a la dificultad de acceso a los lugares de trabajo.
Fuentes:
http://www.ugt.es/sites/default/files/monografico_012_sector_forestal.pdf
Valoración de Ana García de la Torre, Secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT