El reconocido lingüista y pensador norteamericano Noam Chomsky fue entrevistado por The New Yorker, en la que analizó críticamente la gestión de Donald Trump, ya que según él es «el peor criminal de toda la historia». También habló de la crisis climática y la cultura de la cancelación. Definió nuevamente al republicano como «el peor criminal en la historia de la humanidad».
Chomsky expuso un minucioso análisis sobre el rumbo político de Estados Unidos, cómo está parado el país frente al mundo y los vínculos de Donald Trump con los sectores de poder.
«En los trescientos cincuenta años de democracia parlamentaria, no ha habido nada como lo que estamos viendo ahora en Washington», sentenció Chomsky, y agregó que «el ejecutivo ha sido purgado casi por completo de cualquier voz crítica independiente, nada más que aduladores».
Noam Chomsky mostró preocupación sobre la actitud que pueda tomar Trump si los resultados resultan adversos para el Partido Republicano: «El Presidente ha dicho que si no le gusta el resultado de una elección, simplemente no dejará el cargo».
Señaló también que un oficial retirado de alto nivel «llegó al extremo de escribir una carta abierta al general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, recordándole sus deberes constitucionales de enviar al ejército estadounidense para destituir al Presidente de la oficina si se niega a irse».

Trump, el peor criminal de la historia
Noam Chomsky reiteró, como en otras entrevistas, que Trump «es el peor criminal de la historia de la humanidad», ya que considera que sus políticas buscan «destruir la perspectiva de vida humana en la tierra».
«No estoy hablando de Trump, el ser humano. No podría importarme menos él. Me refiero a las políticas. Las políticas son claras; el entendimiento es claro. No hay nadie que no viva bajo una roca que no pueda comprender que maximizar el uso de combustibles fósiles y eliminar las restricciones conducirá al desastre. Estamos corriendo hacia el desastre total», resumió.
El mundo y EEUU
Sobre la política internacional de la actual gobierno de Trump, el Noam Chomsky apuntó que las personas que rodean a Trump «están esencialmente creando una alianza internacional de Estados extremadamente reaccionarios, que puede ser controlada por la Casa Blanca, que, por supuesto, se ha desplazado mucho hacia la derecha, rompiendo todos los acuerdos internacionales».
Alertó, asimismo, sobre el régimen de control de armas, y determinó que «tener un régimen es diferente a no tenerlo», al tiempo que consideró que es uno de los temas más importantes de la historia de la humanidad.
Donald Trump, Noam Chomsky y el poder
Noam Chomsky señaló y avisó de los fuertes vínculos entre Trump y los sectores de poder: «Es difícil encontrar un presidente estadounidense que se haya dedicado más a enriquecer y empoderar a los ultrarricos y al sector empresarial, que es, por supuesto, la razón por la que están felices de tolerar sus payasadas».
Habló acerca de las facilidades fiscales que impulsó para esta parte de la población, en un escenario donde «pone más dinero en los bolsillos de los ricos y perjudica a la clase trabajadora, a los pobres y a todos los demás». Lo aplauden porque «es un servidor muy leal del poder privado, la riqueza privada y el sector empresarial, razón por la cual le dejan salirse con la suya con el tipo de payasadas que ves», afirmó.
Trump y el medio ambiente
El lingüista señaló también que «la otra gran amenaza para la supervivencia humana en cualquier forma reconocible es la catástrofe ambiental y, allí, Trump está solo en el mundo». Describió que «la mayoría de los países están haciendo al menos algo al respecto, no tanto como deberían, pero algunos de ellos bastante importantes, otros menos».
«Estados Unidos se ha retirado del Acuerdo de París; se niega a emprender acciones que puedan ayudar a los países más pobres a abordar el problema; se apresura a maximizar el uso de combustibles fósiles; y, al mismo tiempo, acaba de abrir la última gran reserva natural en los Estados Unidos para la perforación», expresó Noam Chomsky.
Y sentenció: «Tiene que asegurarse de que maximicemos el uso de combustibles fósiles, corramos hacia el precipicio lo más rápido posible y eliminemos las regulaciones, que no solo limitan los efectos peligrosos sino que también protegen a los estadounidenses».