Donald Trump afronta una acusación histórica en el Caso Stormy Daniels por el presunto pago de 130.000 dólares a una actriz porno para comprar su silencio y no revelar su relación con el expresidente.
Trump llegó desde Florida a Nueva York para asistir a un tribunal de Manhattan para escuchar en primera persona los 33 cargos con los que la semana pasada un gran jurado justificó la primera imputación de un expresidente de los Estados Unidos.
Aunque no hay legalidad que lo prohíba, la imputación podría afectar a sus aspiraciones de volver a la Casa Blanca en las elecciones de 2024.
Mientras llega este momento, Donald Trump ha activado su maquinaria de “show” con la intención de fortalecer su candidatura a liderar las aspiraciones del Partido Republicano de ocupar de nuevo el Despacho Oval.
Desde las Torres Trump de Nueva York, el expresidente de Estados Unidos ha hecho publicaciones en su red social, sembrando dudas sobre el proceso e insistiendo en los argumentos que repite desde el día que supo que lo imputarían por el soborno a Stormy Daniels.
En las últimas horas, Trump ha acusado al fiscal del distrito de Manhattan Alvin Bragg, encargado de su imputación, de haber “filtrado ilegalmente los 33 cargos de la acusación”. El expresidente estadounidense ha propuesto que Bragg se acuse a sí mismo “si realmente quiere limpiar su reputación” y afirma que “debería dimitir ya”.
Las acusaciones de Trump de que todo este proceso se trata de una persecución política no se limitan al fiscal de Manhattan. El jueves pasado, horas después de conocerse la imputación, el expresidente descalificaba la elección del juez Juan Manuel Marchán, que será quien primero vea su caso y le lea los cargos en su comparecencia.
El juez ha prohibido que los medios de comunicación de Estados Unidos retransmitan en vivo la lectura de los cargos al expresidente. Solo se permitirá la entrada de cinco fotógrafos.
Trump ha encontrado en esta imputación una forma de apuntalar su candidatura a liderar el Partido Republicano hacia la Casa Blanca en las presidenciales de 2024. Uno de sus asesores de campaña, Jason Miller, aseguraba en Twitter que desde la imputación de Trump por el supuesto soborno a una actriz porno, la campaña de reelección había recaudado 7 millones de dólares.
De hecho, desde el viernes, la cuenta de la red social ha estado animando a los seguidores de Trump a hacer contribuciones. En solo 24 horas tras la imputación había recaudado 4 millones de dólares.
La Casa Blanca está vigilando de cerca la posibilidad de que haya violencia en las manifestaciones convocadas para apoyar a Donald Trump en Nueva York. De momento, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, ha asegurado que no se han detectado “amenazas activas”, pero que, por precaución, estarán preparados.
Por su parte, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, señaló que “no ha habido amenazas específicas o creíbles hasta ahora contra la ciudad” y que la policía de Nueva York y todas las fuerzas de seguridad “están preparadas para responder en cualquier momento”.
Adams solo recomendó usar el transporte público ya que se cerrarán algunas calles adyacentes a la corte donde debe comparecer Trump.
