Ya ni estudiar, ni tener un trabajo es garantía de evitar la pobreza. El año pasado en España 13,1 millones de personas vivían bajo el umbral de la pobreza, 380.000 más que en 2020. Sin el llamado escudo social desplegado durante la crisis sanitaria el incremento habría sido de 1,5 millones de personas más.

Sin embargo, aunque el escudo social del Gobierno durante la pandemia evitó un panorama peor, las medidas como los ERTE no alcanzaron a toda la población, pues no llegaron a quienes tenían contrataciones con irregularidades o modos de supervivencia característicos de la economía sumergida.

Los datos muestran una acentuación del nuevo perfil de la pobreza con un incremento de las personas en situación de pobreza con empleo y con estudios medios y universitarios.

El informe “El estado de la pobreza. Seguimiento de los indicadores de la Agenda 2030 UE 2015-2021” señala que en 2021, el 14,3% de las personas con empleo eran pobres, es decir, uno de cada tres pobres en España tiene un empleo.

El nuevo perfil de la pobreza: personas con empleo y con estudios medios y universitarios
El nuevo perfil de la pobreza: personas con empleo y con estudios medios y universitarios

Las personas con estudios medios o universitarios también han visto en los últimos años que no tienen asegurado librarse de la pobreza. En 2021, el 10,6 % de las personas con educación superior estaba en situación de pobreza.

Tres de cada diez personas con solo estudios de Primaria son pobres, el 25,8% de los que llegan a la Educación Secundaria Obligatoria viven bajo el umbral de la pobreza y el 20,4% de los que han estudiado Bachillerato.

Según Eurostat, hay solo tres países con tasas de pobreza más altas que España: Rumanía, Bulgaria y Grecia. En cuanto a las comunidades con menor tasa de pobreza nos encontramos con Navarra, País Vasco y Aragón. Madrid y Cataluña ocupan el sexto y séptimo lugar y en la cola están Andalucía, Extremadura y Canarias.

Además, en todos los indicadores analizados las mujeres salen peor paradas que los hombres y en el caso de los hogares con un solo progenitor la situación se agudiza. En relación a la vivienda, un 2% de los no considerados pobres destinan más del 40% de su gasto en ella y, en el caso de los pobres, ese porcentaje llega al 36%.

Juan Carlos Llano, coordinador del estudio anual que ha realizado la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN-ES), ha explicado que “la crisis de pobreza que ha provocado la covid no es nueva, sino que sobreviene sobre otras crisis no resueltas”. Según Llano, “la culpa no es de la covid, la pandemia no es la causa de la pobreza porque esas causas son estructurales”.

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