El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, refrendó su decisión de combatir el robo de combustible al visitar este viernes el céntrico estado de Guanajuato, en el que fuerzas de seguridad intentan capturar al líder de un grupo dedicado a la sustracción ilegal de gasolina.
Nada más asumir la Presidencia de México el pasado 1 de diciembre, López Obrador dio inicio a una lucha frontal contra el robo de combustibles reforzando con miles de efectivos la seguridad en los oleoductos en el país.
“Hubo resistencias y sabotajes porque nos querían dejar sin abasto para ver si dábamos marcha atrás, quisieron jugar a las vencidas, pero no pudieron, ya se demostró que no se va a permitir el huachicol (como llama al robo de combustible)”, dijo López Obrador durante la entrega de programas sociales en la ciudad de León.
“La experiencia de estos tres meses (en la presidencia) es que ya estaba arraigada la práctica ilegal del robo de gasolinas”, añadió el mandatario, quien inusualmente estuvo fuertemente custodiado dados los acontecimientos de los últimos días en Guanajuato.
Desde el lunes pasado un millar de miembros de las fuerzas de seguridad, estatales y federales, mantienen un fuerte operativo en Guanajuato para buscar y capturar a José Antonio Yépez, “el Marro”, capo del huachicoleo en la zona.
El robo de combustibles provocó a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) pérdidas del orden de 65.000 millones de pesos (unos 3.334 millones de dólares) en 2018, según cifras oficiales.
“Bien por esa lucha contra el robo de combustible una lucha valiente y nosotros lo apoyamos”, dijo en su turno el gobernador del estado, Diego Rodríguez.
Durante el operativo “Golpe de Timón, las fuerzas federales, estatales y la Marina Armada capturaron a siete colaboradores de Yépez, quien logró escapar aunque las autoridades afirman que lo tienen localizado y están próximas a detenerlo.
La incursión de las fuerzas de seguridad no resultó para nada sencilla porque pobladores de Irapuato, Celaya, Juventino Rosas y Comonfort bloquearon carreteras y quemaron vehículos para impedir la detención de Yépez.
Antes de la decisión presidencial de combatir el robo de hidrocarburos, Guanajuato era el segundo estado de México con mayor cantidad de tomas clandestinas de combustible.
En esta zona se localiza el llamado “Triángulo Dorado”, ubicado entre las ciudades de Celaya, Salamanca e Irapuato y que conduce hasta el municipio de Apaseo el Alto, cerca del estado de Querétaro, lugares por donde pasan los oleoductos de Pemex.
En la Ciudad de México, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, estimó que los grupos que roban combustible en el país todavía hurtan alrededor de 14.000 barriles al día.
“Es mucho todavía, pero es un proceso al que todavía le queda tiempo de consolidación para avanzar y esto nos ha permitido ahorros o evitar robos al patrimonio nacional por más de 13.000 millones de pesos (unos 666 millones de dólares)”, dijo Durazo a los medios.
Recordó que en la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, el robo de combustible a Pemex alcanzó los 80.000 barriles diarios y en noviembre, el último mes de su gobierno, la cifra alcanzó los 134.000 barriles.
Durazo informó de que los delincuentes, Yépez entre ellos, habían huido de la región de Guanajuato pero las autoridades ya estaban sobre ellos.
“Estamos próximos a tener un éxito total en el operativo, están perfectamente ubicados, es cosa de avanzar en el operativo para lograr el objetivo”.
El combate al robo de combustibles provocó cierres de estaciones de gasolina durante varios días, mayormente entre los meses de diciembre y enero, y una crisis de abasto que prácticamente ya ha sido solucionada, aunque sigue a menor escala el robo de gasolinas.