Es fundamental promover la alfabetización mediática y digital, así como fomentar voces progresistas en el entorno digital

En la era de la información digital, los jóvenes se han convertido en una audiencia ávida de contenido, obteniendo la mayor parte de sus noticias y opiniones a través de las redes sociales. Plataformas como TikTok, Twitter y YouTube han reemplazado al tradicional telediario y han dado paso a una nueva generación de líderes de opinión: los youtubers y streamers. Estos influyentes digitales no solo han capturado la atención de la juventud, sino que también están moldeando su forma de pensar y, potencialmente, su comportamiento político.

Un reciente estudio del Instituto Reuters sobre hábitos de información revela que solo el 24% de los jóvenes accede a las noticias a través de medios convencionales, mientras que el 39% se informa directamente en redes sociales, especialmente en TikTok. Esta plataforma se ha convertido en el referente informativo para el 20% de los jóvenes menores de 35 años. Sin embargo, detrás de esta aparente democratización de la información se esconden graves problemas.

La difusión de contenidos de extrema derecha y la desinformación son dos de los principales desafíos que enfrenta esta nueva forma de consumir noticias. Los algoritmos de estas redes sociales favorecen la viralidad y la polarización, lo que lleva a la amplificación de mensajes extremistas y la propagación de información falsa. Según NewsGuard, el 20% de los vídeos publicados en TikTok en 2022 contenían información errónea.

En este contexto, los discursos de ultraderecha encuentran terreno fértil en las plataformas digitales. En las últimas elecciones municipales, Vox obtuvo su mejor resultado entre los jóvenes de 18 a 24 años, con un 12,5% de los votos. El partido de extrema derecha ha desarrollado una estrategia digital dirigida específicamente a los jóvenes, aprovechando la comunicación acelerada y directa que caracteriza a estas plataformas.

En España, destacados youtubers y streamers están alineados con discursos reaccionarios. Figuras como “Un Tío Blanco Hetero”, “The Grefg”, “Jordi Wild” y “ElXokas” son ejemplos de creadores de contenido que difunden ideas contrarias al feminismo, atacan a movimientos sociales y respaldan el marco discursivo de la extrema derecha. Estos influencers aparentan inocencia y apoliticismo, pero sus mensajes contribuyen a legitimar y difundir ideas de odio y discriminación.

La influencia de estos youtubers y streamers no se limita solo a sus seguidores, sino que también se extiende a las comunidades que se forman alrededor de ellos en las plataformas digitales. En estos espacios, los comentarios misóginos y el acoso de género son moneda corriente. La investigación “Jóvenes en la manosfera” señala que el gendertrolling y los discursos machistas son una realidad en los chats de las plataformas durante las transmisiones en vivo.

Es preocupante observar cómo el antifeminismo y calando entre los jóvenes, a pesar de que la mayoría se identifica como feminista. El estudio “Culpables hasta que se demuestre lo contrario” del Centro Reina Sofía de Fad Juventud en Madrid revela que cada vez más jóvenes se adhieren a posiciones reaccionarias y niegan la existencia de la violencia machista. Este fenómeno se relaciona con el auge de discursos de extrema derecha que desacreditan y deslegitiman las luchas feministas.

La masculinidad tradicional también juega un papel importante en estas comunidades digitales. La mayoría de los creadores de contenido son hombres, y los comentarios misóginos y la adhesión a estereotipos de masculinidad tóxicos son comunes en estos espacios. Los jóvenes que se identifican con estos valores tradicionales de masculinidad tienen más dificultades para expresar sus emociones y presentan una mayor incidencia de problemas psicológicos.

El problema no se limita solo a la influencia negativa de estos youtubers y streamers, sino que también está relacionado con la falta de alfabetización mediática y digital de los jóvenes. A pesar de ser considerados nativos digitales, muchos de ellos carecen de los conocimientos necesarios para comprender y evaluar de manera crítica la información que consumen en línea. Es necesario educar en habilidades de alfabetización digital y fomentar la conciencia sobre los derechos digitales, como el derecho al olvido y la privacidad en línea.

La responsabilidad recae tanto en los propietarios de las plataformas digitales como en la sociedad en general. Mark Zuckerberg, Elon Musk y otros líderes de redes sociales tienen una responsabilidad ideológica en la promoción de contenido perjudicial. Sin embargo, la censura no es la solución, ya que ha demostrado ser ineficaz. En su lugar, se deben fortalecer las garantías de los derechos digitales y promover una mayor responsabilidad por parte de los creadores de contenido y los usuarios.

Aunque la situación parece desalentadora, también existen voces progresistas en el ámbito digital. Estas voces son fundamentales para contrarrestar la influencia de los discursos reaccionarios y promover valores de igualdad, diversidad y justicia social.

En conclusión, la influencia de los youtubers y streamers en el voto joven es un tema preocupante. La difusión de mensajes de odio, la falta de verificación de información y la propagación de estereotipos de género contribuyen a moldear la opinión política de los jóvenes. Es fundamental promover la alfabetización mediática y digital, así como fomentar voces progresistas en el entorno digital. Solo así podremos contrarrestar los efectos negativos de la misoginia, el negacionismo y la xenofobia en la formación de la opinión política de los jóvenes.

 

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