En 2019, nada más llegar, José Luis Martínez-Almeida desplazó a un lado la bandera arcoíris que se venía colocando en la fachada del Palacio de Cibeles durante la celebración del Orgullo por una de España.
Este año, se ha vuelto a negar a colocar la bandera del Orgullo en Cibeles pese a aprobarlo el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, escudándose en una sentencia del Tribunal Supremo que impide izar banderas que no sean oficiales en los edificios públicos, pero que sí permite colocarlas si son en forma de pancarta.
“No me voy a meter en una guerra de banderas ni voy a hacer polémica artificial de una cuestión que no ocupa ni preocupa al conjunto de los madrileños”, señalaba Almeida.
Al rechazo del alcalde de la capital a colocar la bandera arcoíris en la Casa Consistorial, se ha unido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien defendió su “derecho” a reivindicar la bandera de España como símbolo de la igualdad de “mujeres, hombres, transexuales, homosexuales y heterosexuales”. Motivo por el que ella tampoco colocará la enseña en sede presidencial en la Puerta del Sol.
Como símbolo de protesta por el rechazo a desplegar la bandera en la fachada del Consistorio, el grupo municipal de Más Madrid ha llevado, en la sesión mensual del mes de junio, el arcoíris al Palacio de Cibeles con banderines en los escaños del Pleno mientras que el PSOE ha optado por recordar a su compañero Pedro Zerolo con chapas en las solapas.
Este gesto ha molestado al portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, que ha protestado en cuanto ha visto los banderines y ha preguntado: “¿Se va a permitir la bandera de un determinado lobby en los estrados?”.
El presidente del Pleno, Borja Fanjul, le ha respondido que sí ya que el reglamento no lo prohíbe. “A partir de ahora haremos el mismo uso”, ha replicado el portavoz de Vox, antes de desplegar una bandera de España sobre su mesa.
La portavoz del Grupo Municipal de Más Madrid, Rita Maestre, ha acusado a Almeida, de “esconder” la bandera arcoíris porque “se avergüenza” del Orgullo LGTBI, “un símbolo de diversidad, que ondea frente a regímenes totalitarios”.
“Tiene que explicar por qué no ha participado en ni un solo acto del Orgullo LGTBI, ni en una rueda de prensa, exposición, manifestación, ni un acto cerca de la bandera LGTBI. Yo creo que no hay razón para que no haya hueco en su agenda; las únicas veces que se ha dirigido al Orgullo es con reproches, con esa teoría del lobby rosa”, le ha dicho al regidor.
“La bandera no es una anécdota, es un símbolo, pero este va a ser el último año que la bandera LGTBI no va a ondear orgullosa en la puerta de Cibeles”, ha añadido.
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Pues el fascista Ortega, se puede meter su banderita por donde se empiezan a hacer los cestos.