El padre de la futura primera ministra de Italia, Francesco Meloni, fue condenado a nueve años de cárcel por la Audiencia Provincial de Palma por un delito de narcotráfico, después de que en septiembre de 1995 miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera lo detuvieran por transportar en un velero, que tenía bandera francesa y provenía de Marruecos, 1.500 kilos de hachís.
El progenitor de la ultraderechista fue detenido junto a dos de sus hijos y su yerno en en el puerto de Maó, Menorca, con uno de los mayores alijos incautados en Baleares. El padre de Giorgia Meloni reconoció durante el juicio, en 1996, ser el autor del traslado del cargamento y trató de exculpar a sus familiares manifestando que les llevó engañados a la travesía con la excusa de hacer un viaje de placer, aunque también fueron condenados.
A Francesco Meloni se le impuso una pena de nueve años por un delito contra la salud pública y otro de contrabando, mientras que el resto de involucrados recibieron una pena de cuatro años de prisión.

Además, el entonces titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Maó, Bartomeu Mesquida, les impuso una multa de 50 millones de pesetas a cada uno, por responsabilidad civil pecuniaria. La droga incautada fue transportada a Mallorca para su destrucción.
El objetivo del padre de Giorgia Meloni era transportar el cargamento a Italia, pero un temporal le obligó a refugiarse en el puerto de Maó y los agentes de Aduanas descubrieron el hachís a bordo del velero “Cool Star” y detuvieron a todos los ocupantes.
Según su versión, en aquella época se encontraba arruinado, había perdido sus negocios de hostelería e inmobiliarios en Canarias y tenía numerosas deudas, lo que le llevó a aceptar el encargo de un marroquí, que le ofreció la posibilidad de ganar unos cincuenta millones de las antiguas pesetas por el transporte de la droga desde Marruecos hasta Italia.
Además de la droga, en el velero fueron intervenidas 7.533.000 liras italianas, 45 libras y 74.000 pesetas.
La relación entre Giorgia Meloni y su padre ha sido inexistente después de que este abandonase a su madre y a ella cuando tenía dos años. “Desapareció en un barco y nos dejó con su pareja, que no estaba entusiasmada. Decidí que no lo volvería a verle nunca más. Cuando cumplí 13 me envió un telegrama: ‘Feliz cumpleaños. Franco’. No ‘papa’, Franco. Me dije a mí misma que había tomado la decisión correcta”, recuerda la italiana es su biografía.
Tras cumplir condena, Francesco Meloni se instaló en España, primero en Canarias y después en Mallorca, donde en dos convocatorias electorales llegó a ir en las listas del partido Escaños en Blanco.
Francesco Meloni falleció hace dos años sin retomar el contacto con su hija.
Su culpa es otra.