Hasta el momento Israel es el único país que ha conseguido vacunar contra la COVID-19 a la mitad de su población, sin embargo, la discriminación sanitaria de la administración israelí hacia los palestinos hace sombra a este éxito. Los dos únicos grupos de palestinos que se han beneficiado hasta el día de hoy del programa de vacunación contra la COVID-19 de Israel han sido los palestinos con nacionalidad israelí y aquellos residentes en la ciudad de Jerusalén.
Sin embargo, quedan los palestinos que viven en Cisjordania, en donde las autoridades israelíes han vacunado a los 450.000 israelíes que allí residen pero no a los tres millones de palestinos que también viven en la zona. En los últimos días los palestinos han recibido 10.000 dosis de Sputnik V procedentes de Rusia y otras 5.000 dosis que ha proporcionado Israel. Las primeras vacunas se han inoculado a trabajadores de la salud y a personas mayores, así como a altos cargos de la administración. Todos los palestinos vacunados residen en la Cisjordania ocupada y ninguna persona de la Franja de Gaza se ha vacunado.
El pasado viernes, el ministerio de Sanidad de Gaza, señalaba que en las últimas 24 horas se registraron 117 nuevos casos, con un deceso, pero los sanitarios realizan un número limitado de pruebas.
Desde los hospitales de Gaza señalaron que 57 casos necesitaban ingreso hospitalario, de los cuales 35 eran graves o críticos. Desde marzo se registraron 53.265 casos y 533 muertes y se estima algo más de 2 millones de personas han contraído la enfermedad, lo que supone un 40% de la población.
Desde el inicio de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud informó de 178.900 casos desde el inicio de la pandemia y 2.000 muertes en todos los territorios palestinos. El Ministerio de Sanidad de Cisjordania ha señalado que las autoridades están en contacto con distintas farmacéuticas que producen vacunas para firmar acuerdos cuanto antes, ya que el objetivo es vacunar al 70% de la población.
En Israel, más de 2,5 millones de personas se han vacunado con las dos dosis de la vacuna pero el gran problema con el que se encuentra el país es que algunos negacionistas se niegan a vacunarse, argumentando que se trata de una conspiración o restándole importancia a la gravedad de la pandemia.
La complicada vacunación en Cisjordania y la Franja de Gaza
Es por ello, que en Israel hay millones de vacunas sin usarse, que el Gobierno de Benjamín Netanyahu no está dispuesto a ceder en cantidades importantes a los palestinos. En los últimos días ha transferido a Cisjordania dos remesas con un total de 5.000 vacunas y ninguna a la Franja de Gaza.
Israel sostiene que la sanidad en los territorios ocupados es obligación de la administración palestina según el acuerdo de Oslo firmado en 1993. Sin embargo, la comunidad internacional rechaza este argumento. Las Naciones Unidas aseguran que es obligación de Israel, como la parte que ocupa los territorios, vacunar a los palestinos que viven en Cisjordania y Gaza, según el convenio de Ginebra.
Los palestinos de Jerusalén oriental, sector que Israel ocupó junto con el resto de Cisjordania y Gaza en la guerra de 1967 sí que tiene derecho a las vacunas que Israel ha adquirido. Solo el 15% de la población de Jerusalén ha recibido las dos vacunas, porque un alto porcentaje de población judía ultraortodoxa y palestina son reacios a vacunarse.
Los palestinos confían que gracias al llamado plan Covax puedan vacunar al 20% de su población, aunque sin fechas concretas.
En Israel se han generado un gran número de quejas ya que millares de palestinos de Cisjordania viajan diariamente a Israel para trabajar de manera irregular y pueden contraer el virus en Cisjordania y trasladarlo a Israel.
Tras las protestas, el miércoles de esta semana las autoridades israelíes decidieron iniciar la vacunación de los palestinos de Cisjordania empleados en Israel.
En relación a los palestinos que entran en Israel legalmente para trabajar y que se negaban a hacerse pruebas puesto que si daban positivo perdían el empleo, la vacunación que ahora les ofrece Israel soluciona ese problema para bien de los trabajadores y de Israel.