La asociación ambiental Salvemos Cabana insta al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a denegar la autorización ambiental a los proyectos de la energética por el riesgo que suponen para las aves migratorias en uno de sus principales corredores europeos.

Los parques eólicos marinos conllevan numerosos impactos ambientales / Creative Commons

La asociación alerta de que hasta la propia compañía constata que la instalación de ambos proyectos puede tener consecuencias imprevisibles para la biodiversidad en una de las áreas de mayor valor ambiental de la Unión Europea y llama a presentar alegaciones tras la actualización de los proyectos por parte de la empresa, que se encuentran en un nuevo período de información pública hasta el próximo 1 de septiembre.

En la documentación ambiental inicial sometida a consultas, Iberdrola reconoce que “los aerogeneradores provocan un impacto directo sobre la avifauna dado que pueden incremendar su mortandad por impacto con los mismos” y que “la presencia de aerogeneradores en una zona que discurre próxima a uno de los corredores migratorios más importantes de Europa tendrá un impacto importante sobre la avifauna”.

El alcatraz atlántico (Morus bassanus) es una de las aves presentes en el área donde Iberdrola pretente instalar los parques eólicos marinos San Brandán y San Cibrao / Wikimedia Commons

Además, Salvemos Cabana alerta de que la energética certifica “un impacto sinérgico y acumulativo” al afirmar que “la presencia de dos parques eólicos a una distancia de entre 11 los puntos más próximos y 25 km los más alejados entre sí, va a suponer efectos sinérgicos entre ambos al reducir la superficie de vuelo en la zona de implantación de los parques eólicos“.

Aunque no los valora como impactos significativos, la empresa considera que los parques eólicos supondrán una “perturbación del hábitat”, pues “la construcción y operación de ambos proyectos puede generar molestias sobre la fauna en forma de ruidos, radiaciones electromagnéticas, presencia de barcos, luces y emisiones de gases”, de manera que “existe el riesgo de que se produzca un abandono del hábitat, ya sea temporal o permanente”.

Por otra parte, para la asociación de defensa ambiental es “inaceptable” que los proyectos eólicos pretendan desarrollarse en las inmediaciones de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Espacio marino de Punta de Candelaria-Ría de Ortogueira-Estaca de Bares, lugar “clave en la migración postnupcial de más de un millón de aves” y “uno de los pasos de referencia a nivel europeo y mundial”.

IMPACTO NEGATIVO SOBRE LOS MAMÍFEROS MARINOS Y OTRAS ESPECIES

Salvemos Cabana también alerta de la existencia de un riesgo real de impacto sobre especies de cetáceos protegidas presentes en la zona marina afectada como el delfín común (Delphinus delphis), mular (Tursiops truncatus) y listado (Stenella coeruleoalba), la marsopa común (Phocena phoncena), el roncual común (Balaenoptera physalus) y el cachalote (Physeter catodon), amén de otras especies como la tortuga boba (Caretta caretta) y la lamprea (Petromyzon marinus), que está presente en la ría de Ortigueira.

El delfín común (Delphinus delphis) es una especie habitual en las aguas afectadas por los proyectos eólicos marinos de Iberdrola / Wikimedia Commons

Según explica el colectivo, “la realidad para los mamíferos marinos es que el sonido subacuático producido en la implantación y explotación de parques eólicos en este medio puede conllevar numerosos efectos negativos incluyendo lesiones, pérdida temporal o permanente de audición, cambios comportamentales y stress“.

Además, estudios realizados en instalaciones nórdicas que se reflejan en el proyecto europeo Pharos4MPAs y un reciente informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) señalan que “todas las fases de desarrollo de este tipo de proyectos conllevan barreras físicas y fragmentación del hábitat, variación en sus rutas migratorias y el riesgo de colisión de aves, mamíferos y tortugas marinas con las instalaciones“.

Este tipo de proyectos energéticos también conllevan otros problemas ambientales más allá de la contaminación acústica que llevan implícita por las vibraciones generadas en la góndola y en las palas de los aerogeneradores, como la contaminación por metales pesados o productos químicos procedentes del mantenimiento, el daño de los fondos marinos por las anclas y el tendido de cables, la destrucción o modificación significativa de hábitats y el impacto negativo de los campos electromagnéticos sobre la biodiversidad, “factor que puede resultar problemático para el recurso pesquero y las comunidades que viven de él” -alerta el colectivo ambiental-.

RENOVABLES SÍ, PERO NO DE CUALQUIER MANERA NI EN CUALQUIER LUGAR

Por todos estos motivos Salvemos Cabana insta a los responsables del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y a su máxima autoridad, la ministra Teresa Ribera, a “establecer una línea roja” y “denegar la autorización ambiental de ambos proyectos ante los numerosos impactos negativos que acarrean para la biodiversidad en un momento además en el que la diversidad biológica se encuentra seriamente amenazada a nivel planetario”.

En esta línea, el Convenio sobre la Diversidad Biológica, establecido por las Naciones Unidas en 1992 y suscrito por el Estado español, indica que “la conservación de la diversidad biológica es de interés común” para la población mundial y muestra su preocupación por su significativa reducción como consecuencia de las actividades humanas obsevando además, como una exigencia fundamental, de la necesidad de la “conservación in situ de los ecosistemas y hábitats naturales y el mantenimiento y la recuperación de poblaciones viables de especies en sus entornos naturales”.

Por ello, para Salvemos Cabana “renovables sí, pero no de cualquier manera ni en cualquier lugar” porque “la lucha contra el cambio climático no puede obviar que la amenaza más grave para la biodiversidad es la fragmentación, degradación y pérdida de hábitats y ecosistemas“. En este sentido “no se puede intentar solucionar un problema originando otro mayor al tiempo que se obvian los bienes y servicios impagables que las sociedades humanas obtienen de la naturaleza” porque “como bien ha señalado la ONU” al respecto “resulta temerario, sino directamente peligroso, atentar continuamente contra el sistema que sustenta nuestra vida”.

DEJA UNA RESPUESTA