Pese reiterado intento de la patronal eólica por vender el concepto de “turismo activo entre aerogeneradores” o incluso que este tipo de centrales energéticas pueden llegar a convertirse en una suerte de “destino vacacional”, la realidad es bien distinta especialmente en zonas elevadas y ambientalmente sensibles pues donde se instalan este tipo de centrales energéticas ya nada vuelve a ser lo mismo.

En 2019, Naturgy, antigua Gas Natural Fenosa, advertía tras la instalación del parque eólico Mouriños en sierra costera del monte Gontón (Cabana de Bergantiños, A Coruña), del peligro de la caída de bloques de hielo en el entorno de los aerogeneradores. Para la Asociación Salvemos Cabana, que durante tres años luchó activamente contra el proyecto y acabó consiguiendo la retirada del aerogenerador más polémico en uno de los puntos más destacados del macizo, la situación provocada por la infraestructura “representa una amenaza real para vecinos y senderistas”, limitando además claramente los usos del suelo y convirtiendo el tránsito en tiempo frío por la zona afectada por el proyecto “en un auténtico deporte de riesgo”.

Advertencia en el entorno de uno de los aerogeneradores del parque eólico Mouriños / Asociación Salvemos Cabana

El hielo en los aerogeneradores se puede formar de diferentes maneras dependiendo de las condiciones meteorológicas y de la velocidad de giro de las turbinas eólicas, aunque sí se sabe que el aire húmedo procedente del mar actúa como un factor determinante en tiempo frío. Además, un estudio suizo realizado en 2004 encontró que los desprendimientos de hielo en los parques eólicos en determinadas condiciones pueden llegar a alcanzar casi el centenar de metros de distancia, con lo que el riesgo de accidente es algo real.

La asociación demostraba así que, más allá de la innegable afectación del paisaje, la realidad distaba mucho de la propaganda empresarial, y que tanto la propia localidad afectada (Cabana de Bergantiños), como la propia Costa da Morte coruñesa había perdido tras la instalación del parque eólico “un valioso recurso para el turismo verde” al haberse convertido el paraje, de facto “en suelo industrial y central eléctrica”.

LA HISTORIA SE REPITE EN EL ENTORNO DE LA MONTAÑA MÁS ALTA DE GALICIA

Dos años más tarde, la historia se repite en el entorno de Peña Trevinca, que con 2.127 metros es la cumbre de referencia a nivel gallego. No se trata ya de un parque eólico costero como el Mouriños interconectado con otros proyectos similares de menor entidad fragmentando el plan real de la compañía sino de auténticos gigantes, dos macroparques eólicos que acosan el macizo por todos sus frentes, los proyectos Prada (Statkraft a través de Desarrollos Renovables Iberia Gamma S.L., 170,5 MW) y Alto Cabrera (Enel a través de Enel Green Power S.A., 144 MW).

Tras la experiencia vivida en la Costa da Morte, ha vuelto a ser Salvemos Cabana uno de los colectivos que ha puesto el grito en el cielo sobre el impacto que ambas megacentrales, la consiguiente instalación de 60 aerogeneradores de 200 metros de altura en punta y decenas de kilómetros de pistas atravesando lomas y cordales pueden tener para la consideración de la montaña más alta de Galicia y su entorno como geodestino.

El macizo de Peña Trevinca está considerado como un destino de primer nivel dentro del turismo de montaña dentro y fuera de Galicia / Cedida

Para la entidad, ambos desarrollos energéticos pueden afectar negativamente al ayuntamiento ourensano de A Veiga y otros municipios limítrofes que aspiran a convertirse en referente del turismo de montaña, siendo por definición incompatibles con el desarrollo de la Ley 7/2011, de Turismo de Galicia, que ha conformado el concepto de geodestinos como el de Manzaneda-Trevinca, entendiendo como tales “las áreas o espacios geográficos limítrofes que comparten una homegeneidad territorial basada en sus recursos turísticos naturales, patrimoniales y culturales”, que además tienen “un especial protagonismo en las acciones de promoción turística de la Administración autonómica” y son susceptibles de ser utilizados como referencia dentro de la marca turística global “Galicia” como figura de “ecoturismo experiencial, no estacional y multiproducto”.

NO TODO VALE PARA LA IMPLANTACIÓN DE PARQUES EÓLICOS EN LA NATURALEZA

Como lleva años recordando esta asociación de defensa ambiental “no todo vale para la implantación de energías alternativas como la eólica” dado que a nivel territorial “no se está llevando a cabo una cuidada planificación” y de manera reiterada la realidad demuestra “que se está primando únicamente el máximo beneficio empresarial a cambio de permitir inasumibles impactos sobre el paisaje, la biodiversidad y la población de las zonas afectadas”, razones con las que argumenta su rotunda oposición al desarrollo de ambos proyectos.

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