En la era del boom de la democracia interna en los partidos, el personalismo de los líderes ha marcado como nunca la elaboración de las listas electorales para el 28A, copadas por incondicionales y adeptos, con sonados autofichajes y la incorporación, cómo no, de los galácticos de turno.
Galácticos que en esta ocasión trascienden los clásicos fichajes llamativos o mediáticos y que podrían llevar a las Cortes a la más ecléctica representación de la sociedad que nunca han visto los leones del Congreso.
Banderilleros, toreros, militares, periodistas, tertulianos y hasta empresarios millonarios harán irreconocible el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, donde muchos de ellos se sentarán por primera vez, una inexperiencia que sin duda pondrá más difícil la ya de por sí compleja vida parlamentaria, llena de trampas y vericuetos reglamentarios.
LAS CANDIDATURAS MÁS PERSONALISTAS
En cada contienda electoral desde la instauración de la democracia los dirigentes de cada partido han intentado con más o menos éxito rodearse de fieles en las candidaturas electorales, pero ha sido ahora, en 2019, justo cuando todos alardean del poder de las bases, cuando han conseguido la cuadratura del círculo. Hay casi tantos candidatos a dedo como hace 40 años.
Y es que tanto el PSOE como el PP han removido al 80 por ciento de sus aspirantes anteriores, en una operación que sus detractores internos atribuyen a una «escabechina» y que sus devotos justifican en la actualización de sus equipos y en la necesidad de contar con grupos parlamentarios que respalden sus decisiones.
Quizás no hayan sido tan drásticos los cambios en las listas completas de Ciudadanos y de Unidas Podemos, pero en el primer caso han llegado también a casi el 80 % de los números uno y, en el segundo, a la desaparición de prácticamente todos los íntimos que hace tres años acompañaron a Pablo Iglesias.
Renovación o criba, lo cierto es que los líderes de los partidos estarán arropados por una parroquia de su plena confianza, militantes o independientes, en muchos casos escogidos por ellos mismos, lo que convertirá en auténticos hoolingans a los miembros de cada bancada. Poca autocrítica cabe esperar para la XIII legislatura.
Sólo el emergente Vox puede exhibir una hoja de servicios libre de laminaciones, de momento, pero simplemente es porque carece de representación parlamentaria y hasta hace cuatro días ni siquiera tenía estructura territorial.
LOS AUTOFICHAJES
Estamos acostumbrados a los fichajes, pero no a los autofichajes, estrategia estrella de esta campaña electoral, en la que las fuerzas políticas no han tenido rubor en mover a los suyos de sitio para sacarles el máximo partido posible.
Uno de los casos más llamativos fue el salto a la política nacional de la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, que ahora concurrirá al Congreso por Barcelona.
Allí tendrá que confrontar con otro autofichaje, en este caso del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, persona muy cercana a José María Aznar y que vuelve a ese partido tras unos años apartada de la vida política por sus discrepancias con la gestión de Mariano Rajoy.
También dentro de las filas del PP, su líder, Pablo Casado, ha captado para su lista a la catalana Andrea Levy, a quien hasta hace unos meses todo el mundo situaba al frente del partido en Cataluña. Sorpresas te da la vida.
Camino similar realizará el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, diputado autonómico por Zaragoza un tiempo en la legislatura que acaba y que previsiblemente desembarcará en el Congreso como número uno por esa provincia.
Y, aunque a veces es complicado diferenciar los autofichajes de los paracaidistas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha querido dejar sin «colocación» a ninguno de sus ministros.
Todos ellos van en las listas para el 28A, salvo Josep Borrell, número uno a las europeas, y Nadia Calviño, que ha preferido mantenerse al margen de la batalla electoral.
Pocos fichajes y autofichajes en las filas de Podemos, que tira del cada vez más mermado banquillo que le queda después de sus luchas internas y que recupera a la jueza Victoria Rosell, diputada en la fallida legislatura que obligó a repetir elecciones en 2016, a las que no se presentó.
Llaman la atención entre los independentistas catalanes los casos de los políticos presos que lideran sus candidaturas. Es más, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, casi tendrá que desdoblarse, porque encabeza la lista al Congreso el 28A y, un mes después, la del Parlamento Europeo, el 26 de mayo.
GALÁCTICOS
Es habitual desde hace décadas que los partidos se refuercen con fichajes estrella en cada campaña electoral y es habitual también que el tirón tenga un recorrido muy limitado y que el reinado de esos «astros» políticos acabe desinflándose a medida que avanza la legislatura.
No sabemos si ocurrirá eso con uno de los alistamientos más sonados de Ciudadanos, el de Marcos de Quinto, con un impresionante currículum como vicepresidente mundial de Coca-Cola, pero que sin duda tendrá que hacer un cursillo rápido sobre proposiciones no de ley, interpelaciones y enmiendas transaccionales.
Otro tanto les ocurrirá a los militares de Vox que logren el acta, que casi pueden formar un batallón, entre ellos varios generales retirados, como Antonio Budiño (cabeza de lista por Pontevedra), Manuel Maestre (Alicante) y Alberto Asarta (Castellón), entre otros.
No faltarán tampoco toreros en el Congreso, si salen las cuentas del PP y de Vox, que compiten por ver quién sale por la puerta grande. Miguel Abellán, número 12 del PP por Madrid, o Salvador Vega, que cierra la lista de ese mismo partido por Málaga, son algunos de estos maestros matadores que podrían cambiar de tercio a partir del 28A.
Un poco más difícil lo puede tener Serafín Marín como número tres de Vox por Barcelona, de cuya plaza de toros, la Monumental, salió a hombros en la última corrida que se celebró en esa arena. El banderillero Pablo Ciprés es cabeza de lista del partido de Santiago Abascal por Huesca.
Junto a militares y toreros, otro colectivo que estará sobrerrepresentado en las nuevas Cortes será el de periodistas y tertulianos.
El hasta ahora periodista político Pablo Montesinos, uno del PP por Málaga, llega con la lección aprendida. De algo le tiene que servir la década que llevaba cubriendo este tipo de informaciones.
Tampoco se queda atrás Edurne Uriarte, catedrática de Ciencia Política y tertuliana habitual, quien ocupará el número tres del PP por Madrid; ni Raquel Sanz, también periodista y viuda del torero Víctor Barrio, de número dos por Segovia; Juan José Cortés, padre de la niña Mariluz, encabezará la lista de Huelva por el mismo partido.
La activista gitana Sara Giménez y el ex abogado del Estado Edmundo Bal, cesado por discrepancias con el Gobierno sobre el «procés», completan la nómina de reclutamientos estelares de Cs, por su parte.
Además de propios e independientes, en las listas figuran nombres chocantes como los del histórico del PP Ignacio Gil Lázaro, ahora número 1 por Valencia por Vox.
Menos sorpresa habrá causado, al menos en su familia, el aterrizaje del televisivo Rafa Lomana en las listas de Vox, después de que su hermana Carmen lo intentara en 2015 aún sabiendo que no tenía ninguna posibilidad.
Eva Santos