África, el continente con más conflictos activos
Actualmente, África es el escenario de 25 guerras y conflictos activos de los que apenas escuchamos hablar. El daño causado por la violencia se suma a un problema añadido: la larga duración de estos conflictos que nunca terminan o resurgen tras un breve periodo de calma. Entre los países más castigados, Sudán del Sur, el más joven del mundo, lleva inmerso en guerras y conflictos con cortos periodos de paz, desde su independencia de la colonia británica, antes de su independencia en Sudán.
Ante esta situación, los recursos en el país se agotan, millones de personas tienen que huir a otros países y los precios de los bienes, tan escasos, se multiplican y se alejan de las posibilidades adquisitivas de una población que lo ha perdido todo.
Es el caldo de cultivo perfecto para la pobreza en África.

Desiertos y temperaturas extremas en África
La climatología del continente es otra de las razones de la pobreza extrema en África. Este continente posee nueve desiertos, entre ellos algunos de más grandes del mundo: el Sáhara y el desierto del Kalahari.
La desertificación de zonas próximas como el Lago Chad, que se ha reducido drásticamente a lo largo de los años y fuertes sequías contrapuestas a lluvias torrenciales, contribuyen a mermar los recursos del continente.
Somalia es el caso más evidente. En 2017, atravesó la peor sequía de los últimos 60 años que arrasó cultivos y pastos, provocando a su vez la muerte del ganado. El hambre y la desnutrición son las peores consecuencias de la orografía y el clima africano, que empeora a raíz del cambio climático.

Historia de África: un territorio colonizado
A lo largo de la historia, África ha sido un territorio colonizado por distintos pueblos de otros lugares del planeta.
En el siglo VII, al norte de África llegaron pueblos árabes y permanecieron en los países de la costa mediterránea.
Más adelante, las principales potencias europeas se repartieron casi todos los países del continente en el siglo XVII. Algo sintomático a día de hoy es el hecho de que en todos los países de África se hablan lenguas no autóctonas, como el inglés, el francés, el español, el portugués o el holandés en Sudáfrica.
Además, el mapa de África resulta especialmente llamativo por las divisiones rectilíneas de muchas de sus fronteras que fueron trazadas geométricamente por los colonizadores para facilitar su división sin tener en cuenta las distintas culturas y etnias que conviven en el continente.
Pobreza en África, ¿un círculo vicioso?
Suele decirse que la pobreza genera pobreza y que la escasez de recursos puede convertirse en un círculo vicioso. Pero lejos de tratarse de un problema sin solución, los trabajadores humanitarios tienen claro que es necesario invertir en mejorar su situación para el mañana.
La solución pasa por la educación y por seguir extendiendo ejemplos como el de Uganda, un modelo de solidaridad y acogida a refugiados, facilitándoles tierras y opciones de negocio a refugiados para que se conviertan en parte del tejido productivo y puedan ser autosuficientes.