Lo hemos dicho ya muchas veces: o reducimos drásticamente las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero y lo hacemos pronto, o entramos en trayectoria de no retorno y los efectos del cambio climático serán graves e irreversibles. No tenemos un planeta de repuesto.
España tiene el clima, la potencia investigadora y la energía humana e intelectual para ser vanguardia mundial en la lucha contra el cambio climático y en la producción de energías renovables y tecnologías verdes.
Podemos abordará una serie de medidas para lograr un cambio ecológico y de gestión energética si gobierna y, entre las más destacadas, se encuentra la creación de una empresa pública de energía.
Esta empresa se creará para poder competir en un mercado eléctrico lleno de abusos y dominado por un oligopolio privado. Para conseguirlo, el partido morado quiere «configurar un nuevo marco institucional y productivo bajo un control democrático«.
La empresa pública eléctrica será un agente esencial a la hora de emprender la transformación del mercado energético. Según especifican, «esta empresa desempeñará un rol activo en la instalación de energías renovables, empujará hacia la transformación del mercado eléctrico y hará posible que cumplamos los objetivos fijados»
También se ocupará de uno de los puntos en los que más abusos se cometen en el sector, la factura de la luz: «se ocupará de implementar una factura de la luz más baja y de garantizar que nadie sufra pobreza energética» y «trabajará de forma coordinada con las empresas públicas municipales que se han creado o que se puedan crear para la comercialización y la gestión de su propia energía«.
De esta manera, Podemos garantiza una medida fundamental para el cambio en la gestión de la energía de nuestro país, algo ampliamente demandado por la sociedad, si gobierna o si tiene la fuerza parlamentaria para materializarlo.
La clase obrera del siglo XXI es una clase en formación, en un mundo en el que el capitalismo no ha llegado a ser universal hasta hace poco tiempo. Las fuerzas motrices contemporáneas detrás de esta dinámica han sido la globalización desigual del capitalismo y el surgimiento simultáneo de corporaciones multinacionales después de la Segunda Guerra Mundial. Otros aspectos de esta transformación incluyen la caída de la tasa de ganancia que comenzó a fines de la década de 1960, que empujó al capital más allá de sus antiguas fronteras y ha producido crisis recurrentes; la apertura de las viejas economías burocráticas «comunistas» al capitalismo; y más recientemente, la profundización de las cadenas de valor globales (CVG).
La proclamación de la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) se materializaba horas después de que España diese por terminada su presencia en el Sáhara Occidental.
Los asistentes a la protesta en A Coruña señalan la carga "irrazonable" contra una movilización pacífica por la libertad de Pablo Hasél y los presos independentistas
Una nota interna explicita que los trabajadores debían coaccionar hasta en dos ocasiones a hospitalizados por covid señalando que tenían la opción de ser derivados al Zendal mientras eran atendidos en sillones