El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha sido escenario de un intenso debate este 30 de octubre, cuando el gobierno municipal liderado por José Luis Martínez-Almeida, del Partido Popular, decidió otorgar la Medalla de Honor de la ciudad a Israel. Esta controvertida decisión fue propuesta por el partido ultraderechista Vox y ha desatado fuertes críticas por parte de la izquierda madrileña.
La propuesta de Vox, presentada por su concejala Carla Toscano, tenía como objetivo condenar los ataques de Hamás contra Israel y expresar solidaridad con el pueblo israelí. Según Toscano, estos ataques no constituyen una guerra, sino una “masacre” perpetrada por el grupo terrorista Hamás en la Franja de Gaza. La propuesta de Vox fue respaldada por el Partido Popular y, como era de esperar, recibió críticas vehementes por parte del Partido Socialista (PSOE) y Más Madrid.
El Partido Popular, en su apoyo a Vox, ha reafirmado su compromiso con la necesidad de fronteras seguras como requisito indispensable para mantener la paz, la libertad y la seguridad en los países occidentales. Además, han solicitado la suspensión de subvenciones a cualquier asociación que apoye a Hamás o tenga vínculos con este grupo terrorista. Carlos Izquierdo, portavoz del Grupo Popular, justificó su voto a favor recordando los atentados terroristas que Madrid ha sufrido a lo largo de los años.
Sin embargo, la izquierda madrileña, representada por el PSOE y Más Madrid, ha rechazado enérgicamente esta decisión. La portavoz del PSOE, Reyes Maroto, denunció el “uso partidista” del Ayuntamiento y criticó los ataques de Israel contra la población civil palestina. Por su parte, la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, mostró un listado con los nombres de los miles de palestinos muertos en los últimos ataques en Gaza y acusó a Vox de colaborar con el antisemitismo en España y en el mundo.
Esta decisión ha generado un intenso debate sobre la política internacional del Ayuntamiento de Madrid y ha evidenciado las profundas divisiones ideológicas en la ciudad. La Medalla de Honor de Madrid a Israel se ha convertido en un símbolo de controversia y polarización, dejando a la ciudadanía madrileña dividida en su opinión sobre esta cuestionable decisión del gobierno municipal.