El PP se compromete, en su programa electoral para las elecciones generales del 28 de abril, a promover la reforma de la euroorden para que los delitos sedición y rebelión sean reconocidos y para acelerar su proceso interno de decisión, por considerar “inadmisible” que en la UE, una “comunidad de Derecho”, los Estados “no reconozcan determinados delitos cometidos contra la integridad y la soberanía de otros Estados”.
El programa también se compromete a auditar la Ayuda al Desarrollo “para impedir que fondos públicos sean destinados al activismo político” y, en concreto, a auditar “todas las subvenciones otorgadas a organizaciones que han colaborado con la dictadura venezolana”.
Venezuela es el primer punto del programa del PP en materia de acción exterior, que empieza hablando de promover la democracia en el país en sintonía con el Grupo de Lima”, un foro al que no se ha sumado el actual Gobierno español, que ha preferido impulsar un ‘grupo de contacto internacional’ liderado por la UE.
Además, el PP se compromete a reconocer como legítimo solo al Gobierno de Juan Guaidó y a los representantes que él designe –su enviado a España es reconocido ahora como representante personal, y se mantiene al embajador que designó Nicolás Maduro–.
También se compromete a aprobar un programa para la Reconstrucción que abarcará desde ayuda humanitaria de emergencia hasta cooperación para la puesta en marcha de una economía de mercado, formación de los miembros de la Administración, capacitación de la población y “todo lo necesario para la reconstrucción institucional y del tejido productivo de un país destruido por el socialismo bolivariano”.
En segundo lugar, se compromete a apoyar “a los demócratas de Cuba para impulsar una transición” y a impulsar en el marco de la UE las iniciativas necesarias para impulsar a los demócratas de Nicaragua, junto a los países de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Habla, además, de “fortalecer” el papel de las Cumbres Iberoamericanas y la participación española en la Alianza del Pacífico, quiere “potenciar” la relación con Estados Unidos para convertir a España en un ‘hub del Atlántico’, económico, energético, de seguridad, cultural, lingüístico y digital.
En el capítulo de la relación con Washington, si gobierna el PP promoverá iniciativas diplomáticas para hacer de la base de Rota (Cádiz) la sede de la VI Flota, una idea que ya lanzó el líder del PP, Pablo Casado, alegando que a Estados Unidos podía interesarle este cambio desde Nápoles, su sede actual, puesto que en Italia hay un gobierno “populista”.
CELEBRAR A HERNÁN CORTÉS
Y, después de que el Gobierno de Pedro Sánchez la cambiase por “España Global”, Casado quiere recuperar la ‘Marca España’ que considera “un éxito al servicio de la sociedad y de la internacionalización de las empresas” y promover la diplomacia cultural a partir del valor del español y potenciando el papel del Instituto Cervantes, como referente en la difusión de la lengua y la cultura.
Días después de que el presidente de México haya reclamado a España que pida perdón por los abusos de la conquista, el programa del PP se propone impulsar la la celebración del V Centenario de la llegada de Hernán Cortés a México y el cambio en la historia de occidente que supuso esa hazaña”. También quiere apoyar la conmemoración del V Centenario de la expedición Magallanes-Elcano.
NUEVO TRATADO CON MARRUECOS
Por otro lado, propone “redoblar la colaboración” con los países del norte África para potenciar su estabilidad y desarrollo, especialmente con Marruecos, a quien quiere ofrecer un nuevo Tratado de buena vecindad, amistad y cooperación.
En el conjunto de África, quiere reforzar los servicios diplomáticos para favorecer la internacionalización de las empresas españolas, “garantizar una emigración legal y vinculada al mercado de trabajo y potenciar el desarrollo de los países emisores de emigrantes”. Su objetivo es que España sea un ‘hub’ para promover inversiones en África o desde el continente.
También con vistas a potenciar la internacionalización de la economía, se propone incrementar la presencia diplomática en Asia, “motor de crecimiento económico”.
NO PRECISA OBJETIVOS DE AYUDA AL DESARROLLO
El programa no detalla objetivos, en términos de porcentaje del PIB, en política de ayuda al desarrollo (AOD) pero sí se propone dirigir preferentemente los fondos de cooperación a los países de origen de los inmigrantes que residen en España.
También habla de reforzar el papel de España para cumplir la Agenda 2030 y, junto al modelo ayuda no reembolsable, impulsar un sistema de garantías para promover la inversión de empresas españolas en países en desarrollo y reforzar las herramientas de participación de las ONG y la sociedad civil.
En este ámbito, el PP se propone revisar el diseño de los instrumentos de planificación para mejorar la complementariedad y la coherencia y auditaremos la ayuda para impedir que fondos públicos sean destinados al activismo político y mejorar la transparencia, con “mecanismos claros de rendición de cuentas”.
En el capítulo dedicado a la UE, además de la reforma de la euroorden, se propone “trabajar de manera activa” con el resto de socios para una política de inmigración común, que incluya mejorar el control de fronteras, con un “indispensable” aumento de los recursos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado e impulsar la Agencia Europea de Fronteras (FRONTEX) sin que “la soberanía de España sufra una merma”.
La lucha contra inmigración ilegal debe ser una prioridad del próximo marco financiero. El programa habla también de reforzar el papel de España y defender sus intereses ante los próximos desafíos –desde el Brexit hasta la negociación del marco financiero plurianual–
Sobre Gibraltar, el PP defenderá la posición española en las instituciones de la UE y dejará “absolutamente claro que no se podrá realizar ningún tipo de acuerdo desde la UE sobre Gibraltar sin el consentimiento del Reino de España”. Añade que el Peñón “no será moneda de cambio” y que continuarán las iniciativas parlamentarias para defender las reivindicaciones históricas españolas.
COMBATIR POLÍTICAS MEDIOAMBIENTALES “ELITISTAS”
También en el ámbito europeo, el PP apuesta por defender la prioridad de la relación con Estados Unidos y promover una Política Común de Defensa. El programa recoge, asimismo, el mercado interior de la energía, la eficiencia energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, pero “de una manera sostenible y adecuada para las capacidades adquisitivas de consumidores y empresas”.
“Combatiremos las políticas elitistas que no tienen en cuenta las circunstancias concretas de los ciudadanos ni su poder adquisitivo y los efectos para las economías domésticas de las reformas en materia energética”.
Otros compromisos son una “ambiciosa política en materia comercial y de derecho de la competencia”, defender los intereses de España y sus empresas en los acuerdos comerciales y apoyar la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
También, trabajar para afianzar la Unión Bancaria, la Unión Fiscal y los acuerdos en materia presupuestaria que permitan afianzar la viabilidad del Estado del Bienestar y el equilibrio presupuestario de los Estados. Luchar contra el fraude fiscal, hacer avanzar el mercado interior y consolidar el mercado único digital figuran asimismo en el programa.
Por otro lado, se propone reforzar los programas educativos europeos que permitan avanzar en la construcción europea, la integración y “la promoción de los valores en los que se cimenta la Unión” y una “ambiciosa agenda para el desarrollo de las capacidades tecnológicas”, educación responsable en el uso de nuevas tecnologías.