Este jueves, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha abordado el tema del precio del aceite de oliva y ha asegurado que solo bajará si hay más precipitaciones en los próximos meses.
Planas afirmó en una entrevista concedida a la cadena SER que “si ahora empezara a llover intensamente durante cuatro semanas, automáticamente los precios caerían en picado”.
El ministro explicó que el Gobierno carece de margen para intervenir en la regulación del precio del aceite, ya que está sujeto a “la ley de la oferta y la demanda”. Planas subrayó que no existe una solución administrativa o política inmediata para este asunto y mencionó la variabilidad en las campañas de producción, donde algunos años se experimenta abundancia y precios bajos, mientras que en otros se registra una menor producción y precios más elevados.
Un ejemplo de esta situación es la última campaña de la aceituna, que se vio limitada a 663.000 toneladas, una reducción del 55% en comparación con la anterior.
Estas declaraciones del ministro cobran relevancia en un contexto donde los precios del aceite de oliva continúan su ascenso implacable. En la actualidad, el aceite de oliva virgen extra se comercializa en los estantes a 10 euros por litro, una cifra que hace apenas un año parecía impensable.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el costo del aceite de oliva ha aumentado un 38,8% en el último año, y en el caso del aceite de oliva virgen extra, de mayor calidad, el incremento supera el 227%.
Frente a esta escalada de precios, el Gobierno reconoce que el costo del aceite de oliva está por encima de las posibilidades económicas de la familia media española. No obstante, se sostiene que el impacto en los presupuestos familiares es “muy limitado”, ya que constituye una parte relativamente pequeña del gasto total en la cesta de la compra.
En el marco de la entrevista, el ministro Planas también destacó algunas de las acciones llevadas a cabo por el Gobierno para apoyar a los agricultores y ganaderos en medio de la sequía actual, así como para mitigar los efectos de la pandemia, el conflicto en Ucrania y el aumento de los precios de la energía.
“Gracias a la PAC (Política Agrícola Común), se han movilizado 4.785 millones de euros en ayudas que beneficiarán a más de 600.000 agricultores”, mencionó como ejemplo de las medidas implementadas.