Desde el pasado mes de noviembre vienen organizándose protestas antiinmigrantes en Canarias que han terminado en ataques contra los extranjeros. El Gobierno de Canarias, los cabildos y los ayuntamientos demandan más derivaciones a la Península y solidaridad de otras comunidades autónomas para compartir el peso de la acogida de extranjeros.
Viendo rédito electoral en esto, el partido de extrema derecha Vox animó desde entonces a organizar marchas y protestas contra la inmigración irregular. Gran Canaria ha sido este sábado escenario de tres manifestaciones en contra de la inmigración. El diputado del partido ultra por Las Palmas, Alberto Rodríguez, ha señalado que ”España tiene el deber de proteger la frontera sur de Europa. Hay que acabar con el efecto llamada”.
Una de las propuestas que Vox ofreció al Gobierno fue la imposición de un bloqueo naval por parte de las Fuerzas Armadas, pero el jefe del Estado Mayor de la Armada, Teodoro López Calderón, respondió a esta propuesta diciendo: ”El deber de cualquier barco de guerra de España que se encuentra con una patera es rescatar a sus ocupantes”.
Rodríguez también señaló que la alternativa de alojar a las personas migrantes en hoteles ante la situación de emergencia y la falta de otros alojamientos ha agravado, repitiendo el mensaje que quieren que cale, el “efecto llamada”.
Los extranjeros sufren acosos, amenazas y violencia
Esta decisión generó enfado en parte de la población local ya que, en su opinión, ahuyentaría a los turistas, y se produjo la primera manifestación contra la ocupación de complejos hoteleros por migrantes convocada por la plataforma Salvemos el Turismo de Mogán.
La Secretaría de Estado de Migraciones lleva semanas trasladando inmigrantes de los hoteles a los nuevos campamentos instalados en Gran Canaria, al no existir centros de acogida con tanta capacidad. Sin embargo, en estos campamentos los inmigrantes tampoco están siendo bien recibidos. Los vecinos llegaron a tirar piedras a los autobuses y la ONG que gestiona el campamento ha denunciado acosos, amenazas y violencia contra los residentes.
Semana de escalada de tensiones
La semana pasada han ido creciendo los desencuentros entre vecinos y migrantes, azuzados por los comentarios de políticos de Vox. El martes se producía un aumento de la tensión con la colocación en el capitalino barrio de Las Rehoyas de una pancarta con la expresión ‘No hay cama para tanta gente’. Según los vecinos, la colocación de la pancarta viene derivada del altercado con arma blanca producido el viernes anterior entre unos vecinos y unos jóvenes magrebíes, al que se sumaba otro el sábado, en el que un migrante terminó con múltiples golpes. También el martes se conocía la retención de varios africanos por parte de un grupo de vecinos tras un robo en La Garita. Y en Valsequillo un mujer denunciaba una agresión por parte de dos migrantes que la apedrearon, según su versión, cuando iba a coger verodes con un cuchillo.
El miércoles, las protestas por inseguridad ciudadana llegaban a Tafira Alta, donde vecinos protestan en contra del incremento de centros de menores en la zona señalando que va “destruir el barrio”, tal y como llega a expresar el vicepresidente de la Asociación Vecinal Bandama. Derechos Sociales del ejecutivo autónomo, por su parte, intentaba calmar los ánimos con datos, asegurando que hasta ese momento no se había reportado denuncia alguna en ese sentido vinculada con los dos centros habilitados para menores migrantes no acompañados en la zona.
El jueves, migrantes acogidos en el colegio León de la capital grancanaria, temen salir a la calle por miedo a las agresiones. Siete marroquíes de entre 18 y 45 años fueron atacados, incluso con escopetas de balines y el trasiego de motos y coches rondando el centro para intimidarlos.
El pasado viernes 22 se organizaron patrullas vecinales contra los inmigrantes. Uno de los vecinos, acabó herido por un arma blanca y asegura que su agresor fue un marroquí, lo que provocó que decenas de vecinos, que defienden sufrir robos por personas inmigrantes, salieran en busca de extranjeros en sus coches. Por su parte, la Policía ha aumentado su presencia en los barrios más conflictivos.
Medio centenar de manifestantes recorrían el sábado San Fernando de Maspalomas exigiendo más medidas contra la migración bajo una pancarta que presidía la movilización con el lema ‘Por una isla sin violencia, por más seguridad en las calles, por un control de la inmigración ilegal’.
La semana culminó con un comunicado del Centro de Iniciativas de Turismo de Gran Canaria, en el que sostiene que “los canarios como personas solidarias que somos, queremos apoyar a nuestros hermanos africanos para organizar un flujo migratorio ordenado con reparto de cargas proporcionales y equilibradas entre los países europeos”, pero que el fenómeno es “totalmente incompatible con la gestión pacífica de nuestra principal industria, motor económico y bienestar del pueblo canario”.