La llamada Operación Kitchen, la séptima pieza separada del caso Tándem, investiga el operativo dirigido por el excomisario José Manuel Villarejo y presuntamente sufragado con fondos reservados del Ministerio del Interior entre 2013 y 2015 para recuperar documentos y grabaciones comprometedoras para el PP en manos de Luis Bárcenas, con el fin de ocultársela a la justicia.
Para llevarse todos los documentos y grabaciones, el extesorero del partido habría necesitado la colaboración de su mujer, Rosalía Iglesias, y de su chófer.
Los imputados
Sergio Ríos, el chófer de Bárcenas. La operación se llama Kitchen en referencia a él, apodado como “el cocinero”. El juez investiga si recibió 48.000 euros de fondos reservados del Ministerio del Interior para espiar a Bárcenas y conseguir documentación comprometedora para el PP que pasaría después a miembros involucrados de la Policía.
En la cúpula policial de la época, se encuentran imputados: Eugenio Pino (Director Operativo Adjunto (DAO) de la Policía Nacional), José Ángel Fuentes Gago y Bonifacio Díaz Sevillano (inspectores jefe) y Marcelino Martín Blas (jefe de la Unidad de Asuntos Internos).
Eugenio Pino habría encargado a sus subordinados, incluyendo a los comisarios Enrique García Castaño y Manuel Gómez Gordo y a Villarejo obtener información de Sergio Ríos, el chófer de Bárcenas, para sustraer la documentación y pasarla más tarde a la cúpula policial.
El número 2 del Ministerio del Interior bajo el mando de Jorge Fernández Díaz, Francisco Martínez, está siendo investigado sobre su relación en la autorización del pago de los fondos reservados para Kitchen.
La Fiscalía Anticorrupción pide la imputación del exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al considerar que los «indicios» de su participación «son muy numerosos y concluyentes», ya que que ostentaba la cartera durante todo el periodo del operativo financiado con cargo a «fondos reservados de su departamento y bajo la supervisión directa» de su número dos, Francisco Martínez.
En unos mensajes enviados supuestamente por Fernández Díaz a Martínez en 2013 se menciona que el chófer de Bárcenas era “importante”y se hace referencia a la operación de acceso a los móviles de Bárcenas.
Además en una nota encontrada en el móvil de Martínez, el exsecretario de Estado de Seguridad afirma que escuchó muchas veces de Fernández Díaz que era el asunto más importante que tenían entre manos.
La exministra y ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, habría tenido «interés personal» en la operación porque la documentación que se buscaba era supuestamente comprometedora para ella y otros altos cargos del partido. Por ello, Anticorrupción pide también su imputación.
El marido de Cospedal, Ignacio López del Hierro, podría también ser imputado después de que en una grabación hecha por Villarejo al matrimonio en 2009 hubiesen hecho encargos puntuales al excomisario financiados con fondos del Partido Popular y que podrían estar relacionados con los casos de corrupción de miembros del PP, como el caso Gürtel.
Villarejo podría haber actuado también por cuenta directa del partido y en una conversación que aparece en el sumario presume de tener información comprometedora para el PP desde 2012: «Me llamó la Cospe, joder no delates a nadie, que tal… Y yo ¿Cómo que no? Os busco la ruina a todos y al primero, al ‘barbas’ (en alusión a Mariano Rajoy)».
Mariano Rajoy también ha sido salpicado en este tema después de que Francisco Martínez advirtiese de que si él era citado a declarar, lo sería también Jorge Fernández Díaz y probablemente Mariano Rajoy.
En las conversaciones pinchadas a Villarejo también aparece el nombre de Rajoy. Villarejo propone a Enrique García Castaño en una de ellas la utilización de la información Kitchen como chantaje a sus superiores. «Tronco, una operación para quitarle al Bárcenas los papeles que le comprometían al presidente, no me jodas macho, eso que es. Yo que tu de verdad, eh, sacaba los dientes», le dice el excomisario.
En otra conversación con Adrián de La Joya, éste le dice a Villarejo: «Tenemos todas las grabaciones entre Bárcenas y el puto Rajoy hablando de toda la mierda».
En 2018, el propio Ministerio de Interior informaba del hallazgo de evidencias de la llamada Operación Kitchen como la participación de policías y confidentes, algunos pagados con fondos reservados.