En principio os puede resultar una pregunta de broma, pero lo cierto es que existe un nexo común entre estos tres nombres, y no es ni más ni menos que la música. A Wagner se le atribuye la elevación del Leitmotiv a su máximo exponente en la ópera, un tema musical o melodía recurrente en una misma composición que caracteriza a un personaje concreto. Algo que utilizó el genial John Williams en sus épicas composiciones para la saga de Star Wars, siendo la más identificable la marcha imperial que suena cada vez que sale en escena el personaje de Darth Vader, un momento tremendamente Wagneriano. Por su parte Nietzsche conoció y entabló gran amistad con Wagner, ambos eran admiradores de Schopenhauer, y entendían la música como una nueva religión, aunque Nietzsche no pasó de ser un compositor del montón frente al genio de Wagner.

El Leitmotiv es una estructura musical relativamente corta, grabada en una relación rítmica, melódica o armoniosa, repetida varias veces a lo largo de la pieza musical. Como leitmotiv se puede utilizar un motivo melódico, una frase o una melodía completa (un leit-theme, por ejemplo, “el tema de la amada” en la Sinfonía fantástica de G. Berlioz), un cambio armónico o una armonía separada (leitharmony). A veces, el leit-theme se asigna al timbre instrumental seleccionado (leit-timbre, por ejemplo, el solo de trompeta en el “Poema de éxtasis” de AN Scriabin). 

En la música sinfónica, el significado del Leitmotiv se explica a menudo en el programa literario. Como principio del drama musical fue el primero en ser fundamentado teóricamente (sin usar este término) en The Poetics of Music (1785); El término “leitmotiv” fue aplicado por primera vez por A.V. Ambros (1860 o 1865). Las preformas del leitmotiv se encuentran en típicas figuras retóricas musicales características de la música vocal e instrumental dependiente de ella del Renacimiento tardío y el barroco. 

A finales del siglo XVIII y principios del XIX en óperas de compositores franceses (A.E.M. Gretri, E. Megul, L. Cherubini) y alemanes (E.T.A. Hoffmann, K.M. von Weber, G. Marschner). El principio del leitmotiv recibió su completa expresión en los dramas musicales. En Wagner; por ejemplo, todas las partes de su tetralogía ‘Der Ring des Nibelungen’,’El anillo de los Nibelungos ‘ se basan en un único sistema leitmotif, donde los leitmotifs no solo aparecen en los momentos clave de la acción, sino que impregnan todo el tejido musical: anuncian la aparición de héroes en el escenario, ilustran lo dicho con palabras, rematan lo no dicho…etc. Tal y como sucede con cada puesta en escena del personaje galáctico Darth Vader.

Precisamente este pasado domingo 29 de diciembre de 2020 se hacía pública la noticia del fallecimiento del actor David Prowse, a los 85 años, conocido por interpretar al personaje Darth Vader, tras sufrir una enfermedad que acabó con su vida de forma muy rápida. Lo cierto es que la figura del villano o el malo terrible, representada por este oscuro personaje, tiene su origen tanto en las novelas de caballería como en la ópera dramática de autores como Wagner. Es por ello que su atractivo reside en lo que suponen por sus actos, pero también por lo que esconden, por sus debilidades internas que les hicieron ser como son y los humaniza de una manera que nos resulta irresistible.

Los villanos nos atraen mucho más que los buenos y héroes de las películas, y esto es algo que los guionistas y escritores conocen muy bien y les sirve como recurso literario o cinematográfico para enfrentar al espectador o lector con sus fantasmas más escondidos, miedos y pulsos inconfesables, de una forma que nos resulta segura, o aparentemente no peligrosa.

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