La inmigración italiana en Estados Unidos es el movimiento migratorio de italianos a Estados Unidos, desde los tiempos coloniales hasta nuestros días.
De los cinco millones de italianos que emigraron a Estados Unidos desde 1820 a 2004, cerca del 80 % vinieron de Sicilia y de la Italia meridional.
El mayor grupo de italianos se trasladó a los Estados Unidos a principios de la década de 1900, dos millones se trasladaron entre 1900 y 1914. Sólo irlandeses y alemanes se trasladaron a los Estados Unidos en números más grandes.
En 2009 el gobierno estadounidense informó que los ciudadanos de origen italiano residentes en los EE. UU. eran 18 086 617 personas lo que equivale al 5,9 % de la población del país.
Una pequeña isla del puerto de Nueva York acogió en torno a 12 millones de inmigrantes entre 1892 y 1954, donde eran sometidos a exámenes legales y médicos. Cerca de un 2% eran deportados.
En el año 2009 de cada mil estadounidenses, 59 tenían ascendencia italiana.
Muchos de los grandes políticos, inventores, científicos, soldados, músicos y cineastas (actores y directores) de EE. UU. han tenido ascendencia italiana.
En Nueva York y Nueva Jersey hay muchos italoestadounidenses, más que cualquiera de los otros estados en los Estados Unidos.
Los estados de Pensilvania, California, Connecticut y Massachusetts también tienen grandes poblaciones de ascendencia italiana.
Los tiempos han cambiado y es Italia ahora quien debería acoger inmigrantes, aunque en lugar de millones son solo cientos. Las políticas xenófobas llevadas a cabo por Matteo Salvini cierran la puerta a gente con que arriesga su vida por un futuro mejor.