
Según informa este medio, se pactaron hasta seis millones de euros entre políticos y gerentes del Canal a través de la compra de la sociedad Emissao con dinero público.
Sobrino fue la persona elegida por Ignacio González para dirigir la nueva sociedad. Tras recibir la millonaria mordida, Sobrino ingresó el dinero en dos sociedades creadas por él mismo para después repartirlo con González.
Luis Vicente Moro, exdelegado del Gobierno en Ceuta que en el momento de la operación trabajaba como directivo en Essentium/Asignia, era cerebro de la operación, según la confesión.
Otros dos directivos de Inassa reconocieron que González estaba detrás de la compra de Emissao: uno de ellos reconoció haber cobrado 1,4 millones y de esa cantidad debía entregar 500.000 euros a Vicente Moro, siguiendo órdenes de Rodríguez Sobrino. El segundo directivo indicó que Ignacio González autorizó el reparto de seis millones de dólares si la operación salía según lo previsto.