Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) ha llevado a cabo una operación de rescate en el Mediterráneo central, salvando a 43 personas en una zona de SAR Libia. Pero esta no es solo una historia de valentía y coraje, sino también de creatividad y compromiso social.
Y es que la primera misión del Aita Mari 2024, el barco de rescate de SMH, ha sido realizada gracias a la recaudación que la asociación ha conseguido a través de la campaña “Salvar la Flota”, mediante la plataforma Goteo, en la que se han obtenido más de 40.000€ en su crowdfunding.
En un momento crítico para la organización sin ánimo de lucro, acuciados por las dificultades económicas y los elevados costes que suponen llevar a cabo cualquier operación de rescate, Salvamento Marítimo Humanitario ha llevado a cabo la acción de sensibilización llamada “Salvar la Flota”. Creada y producida de forma altruista por Ogilvy Madrid, esta iniciativa pretende concienciar sobre la realidad de los movimientos migratorios, desplazamientos forzados generados por conflictos armados, persecución, pobreza extrema y otros factores.
Salvar vidas en vez de hundirlas
“Salvar la Flota” es la antítesis del popular juego de “Hundir la flota”, ya que busca salvar vidas en lugar de hundirlas. SMH ha creado un juego solidario con el mismo nombre, en el que cada movimiento es decisivo para salvar el máximo número de vidas posibles. Las donaciones obtenidas por el juego se destinan a apoyar la labor de SMH, y según la cantidad donada, la persona puede obtener el juego como regalo.
A través del juego, SMH reitera su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la prestación de asistencia a las personas migrantes en las rutas marítimas. En ese sentido, Iñigo Mijangos, coordinador de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), afirma que “nos encontramos en un momento crítico, una nueva etapa que implica afrontar los desafíos inherentes a un pacto migratorio europeo donde no hay espacio para los derechos humanos. Necesitamos renovar y ampliar el impulso que siempre nos ha dado la sociedad para seguir defendiendo que los valores de solidaridad y humanidad europeos deben de estar presentes también en nuestras fronteras”.
Cuatro días de navegación
Las 43 personas rescatadas en la zona de SAR Libia provienen de países como Egipto, Sudán y Bangladesh. Con todo, en un contexto adverso con olas de más de un metro, la organización sin ánimo de lucro ha podido salvarlas. A pesar del cansancio extremo y la deshidratación que presentaban, la salud general de las personas rescatadas no reviste gravedad.
El barco Aita Mari se encuentra ahora de regreso al País Vasco tras su duodécima misión. Al finalizar cada misión el Aita Mari tiene como puerto base Vinaros o Burriana en el Mediterráneo, pero esta vez pasará los dos meses entre misiones en aguas de Euskal Herria. El viaje de retorno comienza desde el puerto de Siracusa y si la meteorología acompaña tardará 15 días en llegar a nuestras tierras, tras salir de aguas mediterráneas y rodear la península.
Con esto se da por finalizada la misión número doce, después de una larga espera resguardado en puerto por la adversa meteorología y un desgaste inviable por parte del gobierno italiano con sus estrategias de puertos lejanos, lo que ha mermado los recursos y tiempo en mar de los que disponíamos. A pesar de las adversidades, se ha llevado a cabo un rescate exitoso donde se asistieron a cuarenta y tres personas y se les acompaño hasta puerto seguro en Italia
En lo que llevamos de 2024 se estima que más de 300 personas han fallecido o desaparecido en el Mediterráneo Central, según la OIM. Desde SMH reclaman que las autoridades europeas se responsabilicen de mantener un dispositivo de salvamento en esta zona en vez de financiar con dinero público la contención de personas en países donde se vulneran los derechos humanos. Además, se hace un llamado a la conciencia social sobre la gravedad de la situación que se está viviendo en el Mediterráneo y la necesidad de crear corredores humanitarios que permitan una migración segura.
Salvar el máximo número de vidas posibles
La misión de SMH como ONG es salvaguardar y cuidar la vida, la dignidad y los derechos de las personas en tránsito. Con esta acción buscan poner en relieve el incumplimiento de los derechos humanos de los que somos testigos. Es por eso por lo que el concepto de “Salvar la flota” cobra más sentido que nunca.
Más allá de la campaña, la asociación ha querido crear un juego que muestre la labor de su trabajo. El juego, con el mismo nombre que la campaña, se centra en salvar las máximas vidas posibles, como si de un equipo de salvamento marítimo se tratase. Cada movimiento es decisivo y el juego finaliza cuando uno de los jugadores consiga subir al “Aita Mari”, su barco de rescate, a todas las personas naufragadas. Este es un juego solidario cuyas donaciones se destinan a apoyar la labor de SMH, ya que según la donación que se haga, la persona podrá obtener de regalo el juego de “Salvar la Flota”.
Ogilvy Madrid, comprometida a dar visibilidad a SMH
Por su parte, Sandra Sánchez y Sonia Herraez, creativas de Ogilvy Madrid, afirman que “el juego de ‘Salvar la flota’ nació con la intención de dar voz a la labor de ayuda humanitaria que realiza la ONG SMH en el Mediterráneo. Este tipo de organizaciones día a día se lanza a ciegas al mar en busca de personas naufragadas y no pudimos evitar ver una similitud entre esta realidad y la mecánica del mítico juego de hundir barcos. Cada año mueren más de 2.600 migrantes en aguas del mediterráneo, por eso decidimos darle la vuelta a la dinámica y lanzar un juego navideño solidario que ayudara a recaudar fondos para evitar más muertes”.
Con esta acción, la organización podrá obtener más recursos para salvar vidas y ganará visibilidad para reclamar a las autoridades europeas que adopten medidas efectivas que garanticen los dere