La asociación alerta de que hasta la propia compañía constata que la instalación de ambos proyectos puede tener consecuencias imprevisibles para la biodiversidad en una de las áreas de mayor valor ambiental de la Unión Europea y llama a presentar alegaciones tras la actualización de los proyectos por parte de la empresa, que se encuentran en un nuevo período de información pública hasta el próximo 1 de septiembre.
En la documentación ambiental inicial sometida a consultas, Iberdrola reconoce que “los aerogeneradores provocan un impacto directo sobre la avifauna dado que pueden incremendar su mortandad por impacto con los mismos” y que “la presencia de aerogeneradores en una zona que discurre próxima a uno de los corredores migratorios más importantes de Europa tendrá un impacto importante sobre la avifauna“.
Además, la energética certifica un impacto sinérgico y acumulativo al afirmar que “la presencia de dos parques eólicos a una distancia de entre 11 los puntos más próximos y 25 km los más alejados entre sí, va a suponer efectos sinérgicos entre ambos al reducir la superficie de vuelo en la zona de implantación de los parques eólicos“.
Aunque no los valora como impactos significativos, la empresa considera que los parques eólicos supondrán una “perturbación del hábitat“, pues “la construcción y operación de ambos proyectos puede generar molestias sobre la fauna en forma de ruidos, radiaciones electromagnéticas, presencia de barcos, luces y emisiones de gases“, de manera que “existe el riesgo de que se produzca un abandono del hábitat, ya sea temporal o permanente“.
Dos proyectos a desarrollar de manera inaceptable para el colectivo, por otra parte, en las inmediaciones de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Espacio marino de Punta de Candelaria-Ría de Ortogueira-Estaca de Bares, clave en la migración postnupcial de más de un millón de aves y uno de los pasos de referencia a nivel europeo y mundial.
RENOVABLES SÍ, PERO NO DE CUALQUIER MANERA NI EN CUALQUIER LUGAR
Por todos estos motivos la asociación, como entidad de defensa ambiental, insta a los responsables del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y a su máxima autoridad, la ministra Teresa Ribera, a establecer una línea roja y denegar la autorización ambiental de ambos proyectos ante los numerosos impactos negativos que acarrean para la biodiversidad en un momento además en el que la diversidad biológica se encuentra seriamente amenazada a nivel planetario.
En esta línea, el Convenio sobre la Diversidad Biológica, establecido por las Naciones Unidas en 1992 y suscrito por el Estado español, indica que “la conservación de la diversidad biológica es de interés común” para la población mundial y muestra su preocupación por su significativa reducción como consecuencia de las actividades humanas obsevando además, como una exigencia fundamental, de la necesidad de la “conservación in situ de los ecosistemas y hábitats naturales y el mantenimiento y la recuperación de poblaciones viables de especies en sus entornos naturales“.
Por ello, para Salvemos Cabana “renovables sí, pero no de cualquier manera ni en cualquier lugar“, porque “la lucha contra el cambio climático no puede obviar que la amenaza más grave para la biodiversidad es la fragmentación, degradación y pérdida de hábitats y ecosistemas“. En este sentido, el colectivo manifiesta que “no se puede intentar solucionar un problema originando otro mayor al tiempo que se obvian los bienes y servicios impagables que las sociedades humanas obtienen de la naturaleza“. Porque como ha señalado la ONU al respecto “resulta temerario, sino directamente peligroso, atentar continuamente contra el sistema que sustenta nuestra vida“.