La asociación de defensa ambiental apoya las reivindicaciones efectuadas en este sentido por entidades de referencia como Ecoloxistas en Acción o Arco Iris y considera que los diferentes eventos al respecto en el stand de Galicia en la feria obedecen sobre todo a intereses políticos de distinta índole ante la próxima celebración de la campaña electoral de las municipales en 2023.
Pese a haber ignorado por completo a las comunidades afectadas por los parques eólicos en la Costa da Morte y las muchas críticas que se han venido sucediendo durante el pasado año, la Fundación Starlight debería saber a estas alturas que la noche no es un elemento fragmentable, pues o se considera en su totalidad o no se considera. Y en este sentido, la línea del horizonte nocturno también forma parte del cielo.
DICIENDO UNA COSA Y HACIENDO JUSTO LA CONTRARIA
Llama la atención que mientras la directora de Turismo de la Xunta de Galicia Nava Castro presenta “a lo grande” la certificación de la Costa da Morte como destino turístico Starlight en la Feria Internacional de Turismo (FITUR), la Dirección Xeral de Industria, Enerxía e Minas bajo el auspicio del conselleiro del ramo Francisco Conde siga tramitando proyectos como si no hubiera un mañana, pues su departamento ha sacado en los últimos dos meses tantos parque eólicos como en los seis años anteriores juntos. A Dios rogando y con el mazo dando.
En la Costa da Morte, este último punto tiene unas implicaciones muy serias pues el reciente desembarco de los parques eólicos de nueva generación, con aerogeneradores de dimensiones gigantes que alcanzan en punta de pala los 200 metros de altura o más, implica por normativa de seguridad aérea la presencia obligatoria de iluminación nocturna, que además de perjudicar a determinadas especies está convirtiendo las noches de muchas zonas de la Costa da Morte en una suerte de verbena indeseada.
Este hecho no solo es molesto para las vecinas y vecinos de las parroquias afectadas por la vasta extensión territorial de la Costa da Morte sino que perjudica claramente tanto la serenidad del cielo nocturno como las posibilidades de observación y el desarrollo de otras disciplinas como la astrofotografía. Da la sensación de que para quienes han promocionado este despropósito la solución fuera cerrar los ojos y hacer caso omiso al estímulo como si este no existiera.
EL RIESGO DE CONVERTIR LA NATURALEZA DE LA NOCHE EN UN NEGOCIO
Por momentos y a la vista de las circunstancias, mucha gente puede tener la sensación de que el actual modelo de la Fundación Starlight -que esperemos que no sea el del Instituto Astrofísico de Canarias- es el de convertir el fenómeno nocturno en un negocio de certificaciones, en una serie de eventos de photocall, viajes exóticos y presentaciones públicas, que aún con buenas intenciones de fondo, como la mejora de las iluminaciones municipales, no consideran en esencia el problema ambiental existente. Porque de otra forma, hubiera sido la propia entidad la que hace tiempo que hubiera puesto el grito en el cielo ante la dramática situación que los parques eólicos están provocando en las noches de la Costa da Morte.