El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki y el líder de la Liga italiana, Matteo Salvini, se reunieron en Budapest para explorar las posibilidad de cooperar en el escenario europeo. Su objetivo es tratar de tejer una alianza con toda la extrema derecha europea para disputarle el puesto al Partido Popular Europeo (PPE), el cual lleva siendo el partido más apoyado durante aproximadamente veinte años.

En rueda de prensa, resaltaron su visión de que, para salir de la crisis actual desatada por la pandemia del coronavirus, Europa necesita un “renacimiento” de sus valores tradicionales. “Necesitamos un renacimiento europeo, que se centre en los valores tradicionales como la libertad, la familia, los derechos”, aseguró Salvini.

Se trata de que “no sea solo la izquierda la que determina el futuro. Hay que ofrecer una alternativa frente a la izquierda que cuestiona las raíces (de Europa)”, sentenció el líder ultra. Aseguró que con ese fin, habrá una cooperación entre su Liga, el partido Fidesz de Orbán, y la formación Ley y Justicia (PiS) de Morawiecki.

Según el primer ministro húngaro, el PPE ahora “se ha comprometido con la izquierda”, por lo que “los democratacristianos no tienen representación”. Rechazó la supuesta postulación de que “la derecha solo tiene extremos y la izquierda solo centro”, en clara alusión a que los tres líderes son considerados ultranacionalistas y de extrema derecha. Eso sí, Orbán admitió que la cooperación tripartita será “el inicio de un largo camino”.

Morawiecki reiteró que “la Unión Europea actualmente está desintegrada” y que ellos aspiran a “representar a las más diferentes personas en un ancho espectro”.

Alianza entre la extrema derecha europea

Los tres políticos habían adelantado, antes de entrevistarse ayer, que evaluarían las posibilidades de cooperar en el Parlamento Europeo tras la expulsión de Fidesz del Grupo Popular Europeo el 3 de marzo y el abandono Viktor Orbán del partido unas dos semanas más tarde, en el cual llevaba ya varios años.

La suma de formaciones que ahora están esparcidas en el Parlamento Europeo podría llegar a formar un nuevo grupo que aspiraría a ser el tercero más grande de la cámara, arrebatando ese puesto a los liberales. Sus líneas principales serán el euroescepticismo, el ultraconservadurismo y la antiinmigración, entre otras cuestiones, alineadas con la estrategia de la nueva derecha radical.

 

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