El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha advertido este miércoles en Gijón de que las miles de personas que participaron en las movilizaciones del Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo “se vistieron de malva” para exigir que la lucha contra la violencia machista no se detenga en España.
“Hemos escuchado sus voces y vamos a seguir sin cansarnos jamás”, ha subrayado Sánchez “desde el corazón” tras calificar a su Gobierno de “feminista y asentado en los principios de la igualdad” lo que hace que fijarse como objetivo la necesidad de terminar con todo tipo de violencia de género sea “una prioridad absoluta”.
El jefe del Ejecutivo ha hecho estas afirmaciones durante la visita que ha realizado a la Casa Malva de Gijón, que en 2007 se convirtió en el primer centro de atención integral a mujeres víctimas de violencia de género puesto en marcha en España, y que desde entonces ha atendido a unas 1.200 mujeres.
El presidente del Gobierno ha advertido además de la importancia de “las palabras” que utilizan los políticos para comunicarse y, en ese sentido, ha incidido en la necesidad de “llamar a las cosas por el nombre adecuado” y de definir como violencia de género y no doméstica la tragedia que han sufrido muchas mujeres.
Tras recordar a las doce asesinadas este año, y a las casi mil desde 2003 cuando hay datos oficiales, Sánchez ha señalado que la sociedad no ha sido capaz de “salvar” a ese millar de víctimas, pero sí de avanzar en el camino para salvar a otras con medidas como las leyes de protección integral y de igualdad aprobadas en 2004 y 2007.
Además, ha defendido la utilidad del Pacto de Estado contra la Violencia de Género que debe ir unida, ha apuntado, a la “inteligencia” a la hora de utilizar los recursos de que se disponen, una cuestión que requería devolver competencias en este ámbito a las administraciones más cercanas, los ayuntamientos, dado que son los que tienen los medios “para mirar más de cerca”.
“Ojalá algún día esta Casa Malva no sea necesaria y que las mujeres no tengan que ser valientes para salir por esa puerta sino libres par hacerlo cuando quieran”, ha apuntado tras calificar de “luchadoras” y de “supervivientes” a sus usuarias, a las que pedido que sepan “que no están solas, porque no lo están”.
Sánchez ha visitado este centro pionero en la atención integral de las mujeres víctimas de la violencia machista junto a la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo; el consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez, -jefe del Ejecutivo en funciones por la baja de Javier Fernández, operado de un desprendimiento de retina- y por la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón.