Ante los últimos casos de desahucios o intentos de desahucios acontecidos en España, en los que ha habido incluso un caso en Madrid de una madre con tres niños, uno de ellos recién nacido, Save the Children exige que se vele por el interés superior del menor y que se tenga en cuenta la vital importancia de la vivienda en la seguridad y bienestar de niños y niñas. La organización exige que se evite por todos los medios los desahucios que afecten a hogares con niños y niñas en aquellos casos en los que no exista ninguna otra alternativa habitacional.

“El hogar es el lugar dónde los niños pasan la mayor parte del día, ahí duermen, comen, descansan, juegan… Es el lugar donde están protegidos. Un desahucio significa una enorme ruptura en las trayectorias vitales de los niños y niñas que lo sufren”, señala Gabriela Jorquera, experta en Pobreza y Protección Social de Save the Children.

La organización insiste en la responsabilidad de las administraciones públicas en garantizar la protección de niños y niñas frente a los desahucios, así como ofrecer a sus familias alternativas habitacionales adecuadas. “Para ello es necesario no solo ampliar el parque de viviendas sociales, sino también mejorar los mecanismos de coordinación entre juzgados y servicios sociales”, añade Jorquera.

Save the Children alerta de que si no se garantiza el bienestar de la infancia no será posible romper el ciclo de la pobreza y ésta se transmitirá generación tras generación. Las condiciones y la seguridad de la vivienda son un aspecto fundamental para el bienestar y la pérdida de la vivienda por impago representa la muestra más extrema de la pobreza de los hogares en las que estos niños y niñas viven. Crecer en una situación de pobreza afecta a los derechos de la infancia; en los casos de desahucio, se está violando el derecho fundamental a la vivienda de estos menores y condenándolos a una situación de mayor exclusión.

En el último año el 9,7% de los hogares compuestos por dos personas adultas y niños a cargo han tenido retrasos en los pagos de las letras de hipoteca o alquiler y recibos vinculados con la vivienda, según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. Esta cifra alcanza al 17,6% de los hogares monomarentales. Cuando los costes de la vivienda son tan altos en relación con la renta disponible, como pasa en España, puede ocurrir un “sobrecargo de la vivienda”, que, según la Unión Europea, sucede cuando la familia dedica más de un 40% de sus ingresos a estos gastos. La tasa de sobrecargo en España es mucho más alta que la media europea. Los desahucios afectan más a hogares con niños y niñas a cargo (6,8% de los mismos) que a aquellos en los que no viven menores de edad (2,5%).

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