Corea del Sur buscará celebrar este año nuevas reuniones con su vecino del norte, incluyendo cumbres, para estrechar lazos y reavivar el diálogo entre Pionyang y Washington sobre desnuclearización tras el fiasco de la cumbre de Hanói entre los gobernantes de EEUU, Donald Trump y Corea del Norte, Kim Jong-un, según un documento publicado hoy por el Gobierno.
“En estrecha cooperación con EEUU, impulsaremos la celebración de conversaciones intercoreanas para ayudar a que Corea del Norte y EEUU vuelvan a reunirse de nuevo y alcancen un acuerdo sobre desnuclearización y medidas correspondientes”, reza la directiva de políticas para 2019 publicada hoy por el Ministerio de Unificación.
El Ministerio, encargado de gestionar las relaciones con el Norte, añade que seguirá trabajando para que haya una “estrecha comunicación entre los líderes del Sur y del Norte” para seguir fortaleciendo lazos y lograr la paz en la península. Seúl y Washington siguen técnicamente en guerra con Pionyang desde los 50.
Después de que la cumbre de Hanói en febrero entre Trump y Kim se cerrara sin acuerdo, Seúl ha insistido en su voluntad de mediar para romper el bloqueo en las conversaciones sobre desnuclearización.
El año pasado, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y Kim Jong-un celebraron tres cumbres que resultaron clave para que Trump y el mariscal norcoreano pudieran reunirse.
Aunque Washington y Pionyang dan versiones diferentes de lo acaecido en la mesa de negociación de Hanói, el desacuerdo giró en torno al número de activos del programa nuclear norcoreano que se desmantelarían y el volumen de sanciones internacionales sobre Pionyang que se aliviaría a modo de “medida correspondiente”.
El consejero de Seguridad Nacional de EEUU, John Bolton, que estuvo junto a Trump en Hanói, dijo el pasado fin de semana que Washington exigió en el marco de la cumbre la eliminación de las armas químicas y biológicas y del programa de misiles balísticos norcoreanos, además del desmantelamiento de los activos atómicos.