En febrero de 2020, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunciaba con entusiasmo en redes sociales la construcción de 22 nuevos centros de salud en la región, destinados a abordar el déficit de servicios públicos en los desarrollos urbanísticos de la capital. Sin embargo, cuatro años después, la situación es desoladora, ya que la mayoría de estos centros prometidos no han pasado de ser solares.
De los 22 centros anunciados, únicamente tres están operativos con personal desplazado. Los restantes 17 permanecen como terrenos vacíos, incumpliendo las expectativas generadas por la presidenta madrileña. La lista de estas instalaciones incluye nombres como Las Tablas, Parque Oeste, Navalcarnero, Montecarmelo, Barrio Hospital-Fuenlabrada, y otros que, a pesar de haber sido anunciados en diversas ocasiones, no han materializado su apertura.
La situación alcanza tintes anecdóticos en el caso de Navalcarnero, un municipio que, a pesar de duplicar su población en dos décadas, solo contaba con un centro de salud construido en 1985. Aunque recientemente se inauguró un nuevo centro para atender a más de 10.000 personas, la apertura se realizó trasladando profesionales de otros centros, en lugar de realizar nuevas contrataciones, generando tensiones en el sistema sanitario.
Mientras algunos centros, como Méndez Álvaro, se encuentran construidos pero sin abrir, otros como Pau 4-Móstoles y Butarque están en proceso de construcción y se espera que finalicen en los próximos meses. No obstante, la mayoría de los proyectos permanecen estancados en la fase de licitación o, peor aún, solo existen como promesas en la etapa de proyecto, sin avances concretos y limitándose a ocupar terrenos vacíos.
La frustración de los residentes en el Ensanche de Vallecas es palpable, ya que el centro de salud anunciado para esta zona, que cuenta con una población de 55.000 personas, sigue siendo solo un proyecto en papel. La comparación con Arganda del Rey, que con una población similar dispone de tres centros de salud, un consultorio y un hospital, resalta la negligencia en el cumplimiento de las promesas de Ayuso.
En resumen, la realidad de los centros de salud prometidos por Ayuso en Madrid dista mucho de las expectativas creadas, dejando a los ciudadanos con servicios sanitarios insuficientes y la sensación de que las promesas gubernamentales no se traducen en mejoras tangibles en el sistema de salud pública.
