Con características poco comunes, Vox lanzó su Sindicato para la Defensa de la Solidaridad con los Trabajadores de España (SPDSTE) sin mucho bombo. No es un sindicato de clase, es anticomunista y busca combatir a la izquierda, siendo más cercano de esta forma a un brazo del partido de extrema derecha que a un sindicato en sí.
Según lo indicado por Abascal, la razón de esta creación sería que los actuales sindicatos están perdidos en batallas ideológicas izquierdistas y que no protegen a los trabajadores y a las trabajadoras del país. La verdadera razón parece que es la de captar el voto obrero, ya que el partido no funciona ahí. Vox no tiene problema en los barrios de clase alta y en distintos nichos ideológicos transversales: caza, toros, religión y extrema derecha variada.
Debido a esa incoherencia, a esa falta de motivos sindicales reales para crearlo y a usar una palabra (Solidaridad) con connotaciones que difieren con el pensamiento de extrema derecha, el sindicato de extrema derecha parece ser creado para generar polémica. Ahora, el Sindicato Único de Trabajadores Solidaridad Obrera ha procedido a demandar judicialmente ante la Audiencia Nacional al Sindicato de Vox por “vulnerar el derecho a la libertad sindical, recogido en el artículo 28 de la Constitución.
Solidaridad Obrera es una organización sindical anarcosindicalista, federalista, feminista y anticapitalista, que se inspira en ideas antiautoritarias y antijerárquicas. En él tienen cabida tanto aquellos trabajadores que defienden sus intereses utilizando los Comités de Empresa, como aquellos que lo hacen luchando al margen de éstos, basándose en la libertad que proporciona el principio federativo.
“El Sindicato Solidaridad (…) ha sido presentado por dirigentes de dicha organización populista como “el sindicato de los trabajadores españoles», y ha empezado a usar en sus redes sociales, web y en los medios de comunicación el nombre de “Solidaridad”, llegando, incluso, en alguna ocasión, sus simpatizantes, a anunciar su aparición usando dicho nombre junto a nuestro logo, el logo de Solidaridad Obrera”, señalan desde el sindicato anarcosindicalista.
Solidaridad Obrera señala que “la Sentencia del Tribunal Supremo de 25 de mayo de 2000” indica que “las denominaciones históricas de las entidades sindicales, que los trabajadores relacionan con una determinada trayectoria o actividad representativa, pueden seguir siendo utilizadas de manera lícita para su identificación, normalmente con segundos nombres o designaciones adicionales”. “Fija dicha sentencia que la denominación de los sindicatos no debe coincidir ni inducir a confusión con otra entidad sindical legalmente registrada”, afirman.
El sindicato anarcosindicalista resalta que “el nombre identificador de una organización sindical constituye, sin duda alguna, un elemento básico de su existencia dentro del ámbito laboral y, por tanto, cualquier duda que pueda suscitarse al respecto, necesariamente, tiene que afectar a aquel derecho fundamental” que “se puede ver lesionado por la utilización de una denominación idéntica o, simplemente, inductora de confusión dentro del mundo sindical”.
“La organización ultraderechista Vox quiere entrar en el universo laboral mediante una operación que consiste en tratar de colonizar el nombre de una organización sindical ya existente, y con amplio respaldo de la clase obrera más combativa en numerosas empresas, para tratar de generar confusión entre los trabajadores y trabajadoras”, denuncian desde Solidaridad Obrera.
Denuncia el sindicato que “intentan aparecer como sindicalistas”, pero que “no son más que la correa de transmisión de un partido político ultraliberal, vinculado con los sectores más retrógrados del empresariado” y que defiende, por ejemplo, “la limitación del derecho de huelga”.
“No permitiremos”, indican desde solidaridad obrera, “que el fascismo se apropie de la palabra «solidaridad» que debe ser patrimonio único, y divisa antifascista de todas aquellas y aquellos que consideran que al fascismo no se le discute, se le combate”.
“Solidaridad no puede tener nada que ver con los políticos machistas, neofranquistas, ultraderechistas y autoritarios de Vox, que ahora pretenden disfrazarse de sindicalistas para tratar de generar confusión e indefensión entre la clase trabajadora”, denuncian.