La pareja de la presidenta madrileña aparece como eje de una red de pagos, empresas pantalla y posibles sobornos que entrelazan a Quirón, el PP y Panamá.
Años después de vender viviendas sociales a fondos buitre, el Partido Popular anuncia medidas que podrían disparar la especulación y ahogar los servicios públicos.