‘Rocío: contar la verdad para seguir viva‘ fue un éxito por la temática que se contaba y la importancia que tenían en nuestra sociedad, los mensajes de superación que de ellos se desprendían. Ahora ‘En el nombre de Rocío‘ promete seguir la saga, mejorada estéticamente pero en la misma línea.
Será los martes con la compañera Sandra Barneda como presentadora, que sustituye a Carlota Corredera, algo que sorprende a muchos tras el éxito de la primera entrega. Algunos creen que la crisis de audiencia de Telecinco se debió a este programa que apostaba por una idea de igualdad que a muchos les cuesta aún comprender.
Pero seguramente la audiencia siga más a aquellos medios con los que se sienten identificados, y apostar por la libertad y la igualdad es una apuesta valiente y necesaria. Mediaset no está esta vez tan segura de que funcione como el primero, máxime si tenemos en cuenta que el avance del capítulo cero no cosechó mucha audiencia o tanta como esperaban.
El hecho de que se centre más en temas de la familia; secretos típicos del corazón de siempre, no parece ser un buen sendero que tomar. Al parecer el respetable se está cansando de tanta sobreexposición de la cara de Roció Carrasco, de lo que es culpable directa la cadena, que no saben muy bien como presentar esta nueva entrega y han ido ‘quemando’ poco a poco a Carrasco como personaje y portadora de un mensaje tan importante.
Sería verdaderamente una pena, que siendo un argumento tan necesario que divulgar, todo se diluya por culpa de una promoción incorrecta y las prisas comerciales antepuestas al fondo del programa a nivel emocional y social.
Hembrismo, feminismo, machismo, antes de nada somos todas humanos e iguales. Personas que quieran un trato igualitario, un trato que no nos degrada como seres humanos, respeto por igual de toda la sociedad.
Desafortunadamente, para muchos es demasiado difícil entender que somos personas con derechos y obligaciones, y que para ser una buena sociedad, es necesario respetarse unos a otros.
En nuestra sociedad, existen muchas actitudes sexistas que dividen a las personas. De hecho, hay muchos términos que causan confusión sólo para aquellos que no tienen una formación especial en estas áreas, e incluso pueden exacerbar el problema de la división social.
Hembrismo y feminismo no son lo mismo, pero se mezclan. Hay legos que creen que se trata de dos términos iguales o que significan lo mismo, pero nada más lejos de la realidad. El significado de hembrismo tiene mucho peso e historia, y además de ser diferente al machismo es un término que se ha utilizado en los últimos tiempos.
Cuando hablamos de feminismo, estamos hablando de movimientos sociales que existen para visibilizar y empoderar a las mujeres. Luchan por la igualdad de género y las oportunidades en lugar de que las mujeres sean inferiores a los hombres. Así, el feminismo es un fenómeno social con una larga historia que se ha ido transformando a lo largo de los años.