La epidemia de coronavirus ha dejado al descubierto las flaquezas del sistema de sanitario, político y económico de España. En lo que sí coinciden los analistas es que el sistema sanitario es bueno pero cuando no hay problemas y que la tasa de profesionales de enfermería está muy por debajo de la media europea.
En cuanto a la política, esta pandemia lo único que ha traído son enfrentamientos entre los diferentes partidos políticos, mientras unos apoyan al Gobierno de Pedro Sánchez, otros se dedican a criticar continuamente su gestión de la pandemia.
A la industria la ha pillado en un momento delicado que lucha por salir adelante como puede, pero algunas empresas no han tenido otra opción que echar el cierre.
Pero el aspecto más trágico de la crisis del coronavirus en España fue descubrir como la sociedad fue incapaz de proteger a sus mayores, donde 20.000 murieron en residencias y algunos fueron rechazados en los hospitales colapsados.
El diario estadounidense The Washington Post, en un artículo de Aritz Parra de AP para la serie «Atlas de la pandemia» repasa la crisis de la covid-19 tanto en España como en Europa.
El medio, además de cuestionar algunas decisiones políticas, destaca cómo los sanitarios han sufrido un impacto enorme. Aunque los políticos alabaron el «milagro» de que no se colapsaran los hospitales en la primera ola de la pandemia y cómo multiplicaron camas y UCIs, para los sanitarios supuso una sobrecarga y coste emocional enorme, además de ser el lugar del mundo donde más personal enfermó.
Según The Washington Post, los españoles han «normalizado cosas inimaginables» como hacer filas con distancia para comprar el pan, animar a su equipo de fútbol a varios kms del campo o quedar a cenar en grupos reducidos a las 19h.
Sin embargo, el medio resalta como el país demostró una «capacidad ejemplar para la resistencia» y aguantó uno de los confinamientos más duros del planeta y «sacrificar su economía de una forma que probablemente lastre su futuro durante años».
The Washington Post explica cómo las prisas en la desescalada colocaron a España de nuevo en primera línea de la pandemia
Para concluir, el diario estadounidense explica como las prisas en la desescalada de cara al verano provocaron una segunda ola que volvió a colocar a España en primera línea de la pandemia. Además critica cómo algunos gobiernos regionales demostraron una «vergonzosa miopía» al intentar ahorrar dinero en atención primaria o rastreos.
Todo esto ha mostrado una falta de confianza en las instituciones e incluso desconfianza hacia la vacuna, según recoge The Washington Post.
Fuente: Radiocable