El Premio de los Derechos Humanos 2018 fue otorgado el martes a tres mujeres y una organización defensora de estas garantías fundamentales durante una ceremonia en la sala de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Se trata de Rebeca Guymi de Tanzania, una activista de los derechos de las niñas a la educación; Joenia Batista de Carvalho, la primera mujer indígena abogada de Brasil; Asma Jahangir, abogada de derechos humanos en Pakistán, quien falleció a comienzos de este año. Front Line Defenders, una organización de Irlanda que trabaja para proteger a los activistas en riesgo, también ha ganado el galardón.
“Su trabajo, y el de otros defensores de los derechos humanos en todo el mundo, es esencial para nuestros esfuerzos colectivos por mantener la paz y garantizar un desarrollo sostenible inclusivo”, aseguró el Secretario General de la ONU durante la entrega de los galardones.
António Guterres reconoció durante su discurso que los defensores a menudo se enfrentan a peligros tales como abusos, asesinatos, torturas, detenciones arbitrarias y otros intentos de silenciarlos.
Su trabajo, y el de otros defensores de los derechos humanos en todo el mundo, es esencial para nuestros esfuerzos colectivos por mantener la paz y garantizar un desarrollo sostenible inclusivo.
“Sin embargo, estos valientes individuos y grupos siguen comprometidos a iluminar los rincones oscuros del mundo, dondequiera que ocurran violaciones de derechos humanos”, recalcó.
El titular de la ONU además aseguró que lo defensores dan voz a los que no la tienen, protegen a los impotentes contra la justicia y defienden todos los derechos: económicos, civiles, políticos, sociales y culturales.
“Ellos apoyan el estado de derecho o trabajan pacíficamente para cambiar las leyes y lograr que las mujeres y las niñas, las comunidades indígenas, las minorías y otros grupos marginados puedan ejercer sus derechos”, dijo, recordando a los galardonados que ahora comparten el premio con otros notables defensores como Eleanor Roosevelt, Martin Luther King, Nelson Mandela, Jimmy Carter y Malala Yusafzai, uniéndose así a una “lista prestigiosa”.
“Gracias por su papel esencial en la promoción de la paz, el desarrollo sostenible y la dignidad humana”, concluyó.
La presidenta de la Asamblea General, Maria Fernanda Espinosa, fue quien dirigió la ceremonia y aseguró que el premio es un mensaje de gratitud hacia todos los defensores de derechos humanos en donde sea que se encuentren, porque sus sacrificios y entrega constante ayudan a avanzar hacia sociedades menos injustas y desiguales.
“A esos defensores les transmitimos nuestro apoyo y admiración. Sus esfuerzos son testimonio de que las acciones importan, de que siempre se puede hacer la diferencia”, declaró.
Espinosa felicitó a quienes reciben el premio 2018 y los instó a que no desistan de sus convicciones y no bajen los brazos.
“Sé que el camino que han elegido es el más difícil, porque es el camino en el que se lucha todos los días, y aunque sus conquistas pueden ser a veces temporales, sus esfuerzos valen la pena y son necesarios, porque tienen el potencial para cambiar el destino del mundo”, dijo.
Por su parte la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet también se hizo presente en la ceremonia.
“Me conmueven no solo por su valentía y tenacidad sino por el impacto de sus éxitos. Defender los derechos humanos no es solo un acto noble, sino un elemento esencial para que las sociedades resuelvan sus problemas, corrijan los errores y avancen hacia la paz y la prosperidad”, les dijo a los ganadores.