Con los colegios electorales cerrados en todo Estados Unidos y, según las proyecciones de los principales medios estadounidenses, los republicanos adelantan, por el momento, a los demócratas en la Cámara de Representantes.
Ambos partidos han mantenido hasta el momento algunos de sus feudos, como Nueva York, Colorado, Oregon o California para los demócratas y Kansas, Oklahoma, Indiana o Alabama para los republicanos. Los estados de Pensilvania, Georgia y Arizona pueden ser decisivos en estas ‘midterm’.
En Pensilvania, el actual senador demócrata John Fetterman adelanta a su rival republicano, Mehmet Oz, por unos pocos miles de votos. En Georgia, el gobernador demócrata Raphael Warnock defiende su puesto frente a Herschel Walker, un exjugador de rugby nombrado por Trump y salpicado por numerosas polémicas. De momento, Walker lidera la batalla electoral con varios miles de votos por encima de Warnock. La victoria republicana de este Estado le permitiría al Partido Republicano “robar” a los demócratas el único estado que necesitan para obtener el control del Senado estadounidense.

Por su parte, en Arizona, el Partido Demócrata va con ventaja. Por el momento, la gobernadora Mark Kelly supera al candidato republicano, Blake Masters, con casi un 18% de los votos.
En el estado de Florida la contundente victoria del republicano Ron DeSantis adquiere especial relevancia porque su reelección apuntala su candidatura a la Casa Blanca en competencia directa con el expresidente Donald Trump si, tal como está previsto, anuncia que volverá a presentarse a las presidenciales.
Los republicanos adelantan por el momento a los demócratas en la Cámara de Representantes, según el voto escrutado que ha otorgado más de dos centenares de asientos del total de 435 de legisladores que formarán la Cámara Baja, órgano legislativo que el Partido Republicano busca controlar con su victoria para dificultar la implantación de políticas de la Administración Biden.
Los candidatos del Partido Republicano han obtenido 147 puestos en la Cámara de Representantes, frente a los 83 de sus rivales demócratas. No obstante, quedan más de 200 escaños por decidir.
A la espera de que se conozcan los resultados definitivos, que pueden demorarse días, todo apunta, en cualquier caso, que los republicanos no han logrado la victoria aplastante que esperaban, aunque sí se han asegurado 186 escaños en la Cámara de Representantes frente a 149 de los demócratas, ambos por debajo de la mayoría de 218 necesaria para controlar la Cámara Baja.
Los candidatos republicanos han ampliado su representación en la Cámara Baja al ganar tres escaños que habían sido ocupados por los demócratas, así como otro creado en la redistribución de distritos.
No obstante, los candidatos demócratas se han mantenido competitivos en las contiendas electorales en el Senado, cámara que por ahora se encuentra dividida al haber conseguido sumar 40 senadores cada partido.