Donald Trump anunció este lunes a través de Twitter que suspenderá temporalmente la inmigración al país debido a la pandemia del coronavirus.
“En vista del ataque del enemigo invisible, así como la necesidad de proteger los trabajos de nuestros GRANDES ciudadanos americanos, voy a firmar una orden ejecutiva para suspender temporalmente la inmigración a Estados Unidos”, tuiteaba.
Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de la gestión de la inmigración, ofrecieron detalles más allá del tuit del presidente, generando dudas sobre el efecto real que el anuncio pueda tener.
Desde el inicio de la pandemia, que ha dejado en el país ya más de 42.000 muertos y 787.901 infectados, el Gobierno de Trump ya había suspendido previamente la entrada en EE UU para la mayoría de países con alto índice de contagios como China, Corea del Sur, Irán y el grueso de las naciones europeas, incluída España, excepto para mercancías y residentes permanentes. El tráfico aéreo internacional está prácticamente suspendido y los consulados y embajadas han limitado sus servicios de visados.
El Gobierno está utilizando la pandemia para endurecer su política migratoria, EE.UU. ha suspendido leyes migratorias y deporta de inmediato a México a todos los solicitantes de asilo y los inmigrantes sin papeles que cruzan su frontera.
The New York Times y The Washington Post han dado pistas sobre los efectos que tendría esta decisión una vez se firme.
The Washington Post detalla que dos funcionarios de la Casa Blanca aseguran que se está redactando la orden y que podría ser firmada este martes y señala que: “Detener la inmigración a los Estados Unidos podría afectar a cientos de miles de titulares de visados y otros posibles destinatarios de la ‘Green Card’ que planean y se preparan para venir al país en cualquier momento”.
Mientras tanto, The New York Times dice: “Bajo el tipo de orden ejecutiva que describió el presidente, la administración Trump ya no aprobaría ninguna solicitud de extranjeros para vivir y trabajar en los Estados Unidos por un periodo de tiempo indeterminado”.
De concretarse, supondría el cierre de Estados Unidos a la inmigración legal igual que a la irregular, un plan que siempre ha estado en la agenda más extremista del presidente. Estados Unidos concedió el año pasado más de 400.000 visados de inmigrante.
Preocupación entre los defensores de los derechos de los migrantes
Defensores de los derechos de los migrantes han manifestado su preocupación de que el Gobierno mantenga las medidas de emergencia con las que ha suspendido leyes migratorias más allá de la crisis del coronavirus.
Trump prometía el pasado 1 de abril que los programas de visados temporales para trabajadores del campo iban a continuar y urgía a los trabajadores cualificados que puedan ayudar en la lucha contra el coronavirus que aceleren sus visados, aclarando que en este caso se refería a procesos de inmigración ya en marcha, no nuevos.
En cuanto a los inmigrantes indocumentados, la policía de inmigración anunció públicamente que dejaba en suspenso las detenciones de sin papeles que no tuvieran antecedentes graves, ante el peligro de que no acudan al médico si contraen la enfermedad.
Y aunque Donald Trump desde su llegada a la Casa Blanca relacionaba cualquier problema de Estados Unidos con la llegada de extranjeros, hasta ahora no había relacionado directamente la inmigración con la crisis sanitaria y económica que está viviendo el país.