Sabino Arana Goiri, considerado el padre del nacionalismo vasco, nació el 26 de enero de 1865 en Abando. Fue el octavo y último hijo de Santiago de Arana Ansotegui y Pascuala de Goiri Acha. Debido a la colaboración de su padre en los preparativos del alzamiento carlista de 1872, Sabino y parte de su familia se exiliaron y se trasladaron a Francia, en donde pasaron más de tres años.
En 1876, terminada la guerra, Sabino y sus familiares regresan a Abando y nuestro protagonista ingresa como interno en el colegio jesuita Nuestra Señora de la Antigua, en Orduña. Se examina de Bachillerato postrado en la cama enfermo de tisis, obteniendo la calificación de sobresaliente en 1881.
Como la vuelta de los huidos no carecía de riesgo, Sabino Arana tuvo que silenciar este hecho y, a la hora de acceder al examen de suficiencia para matricularse en la enseñanza secundaria, tuvo que alegar que “había estudiado en casa”.
Aún joven, pero siendo ya un convencido del nacionalismo vizcaíno, su hermano Luis Arana, que había vuelto de un viaje de Madrid, le hizo una fuerte crítica del carlismo por ser españolista y, tras horas de debate, a Sabino le entran dudas sobre sus ideas y decide estudiar la lengua, la historia y las leyes de Vizcaya, para conocer mejor a su pueblo.
Cuando muere su padre en 1883 se trasladan a Barcelona y Sabino se matricula en las Facultades de Derecho y de Filosofía y Letras, una carrera que nunca terminó. Se matricula también un año en Ciencias Naturales y Físicas, y Filosofía y Letras.
Hacia 1885, con poco más de 20 años, mientras estudia en Barcelona, tiene ya fijadas la idea central de su ideario: el euskera como seña de identidad y la interpretación del régimen foral como independencia vasca (lagi-zarrak, “leyes viejas”).
Al morir su madre en 1888, decide abandonar los estudios universitarios y regresar a Vizcaya.
En 1893, durante una cena organizada para celebrar la publicación de su primer libro, Arana pronunció un discurso privado, que después entregó por escrito a los presentes, conocido como el «Juramento de Larrázabal», un acto que representa el comienzo de su actividad política y el inicio semioficial del nacionalismo vasco aranista.
En dicho discurso Arana criticó a los partidos de la provincia por tildarse de vizcaínos cuando eran españolistas. Se reconocía carlista pero solo hasta 1882 cuando comenzó a estudiar la historia de su Vizcaya y a aprender el idioma, a la vez que enseñaba y difundía sus conocimientos y sus ideas a los demás.
Además, intenta atraer a sus oyentes a la próxima constitución de una sociedad nacionalista cuyos estatutos ya había redactado, pero los presentes rechazaron sus ideas.
En junio y agosto de 1893 aparecieron los primeros dos números de la revista periódica Bizkaitarra, donde Arana exponía sus ideas. Bizkaitarra estaba dirigido en exclusiva a los vizcaínos y pretendía despertar en ellos la conciencia nacional y ganar adhesiones. Su temática se centraba en hechos de la política local para comentar después las reacciones sociales que habían generado en las distintas ideologías políticas.
Sabino Arana sufrió cuatro procesos por Bizkaitarra y, aunque los dos primeros no continuaron a trámite, en el tercero fue multado. Dicha multa fue suspendida por el Gobernador y en el cuarto fue condenado a arresto mayor, pena que cumplió en la prisión de Larrínaga, por injurias leves.
Sabino Arana interpretó el nacionalismo romántico haciéndose eco de la corriente nacionalista europea, y fundó el Partido Nacionalista Vasco en 1895 con la finalidad de lograr la independencia de «Euzkadi» (los territorios vascos) y fundar un Estado vasco. Bizkaitarra se convertiría en el periódico oficial del partido.
Con el carlismo mantuvo una relación conflictiva, ya que el nacionalismo vasco lo acusaba de “españolista”, y el carlismo, por su parte, acusaba al nacionalismo vasco de “separatista” y “antipatriota”. En sus inicios la relación entre ambos partidos fue de enfrentamiento; posteriormente de cooperación en defensa de los fueros, como en el caso de la Alianza Foral de 1921, y finalmente de enemistad plena durante la Guerra Civil Española.
En sus inicios basaba sus planteamientos en los principios tradicionales del nacionalismo romántico del siglo XIX (lengua, religión, raza, etc.) y se alineaba con los principios de la doctrina social de la Iglesia.
En sus estatutos, el PNV actual se define a sí mismo como partido «vasco, democrático, aconfesional y humanista, abierto al progreso y a todos los movimientos de avance de la civilización que redunden en beneficio del ser humano». El PNV ha sido definido por los politólogos y medios como un partido de centroderecha, aunque algunos como la Encuesta Social Europea lo sitúan en el centro dentro del eje izquierda-derecha.
De 1896 a 1898, Sabino se entrega a sus interminables trabajos sobre el euskera, idioma que por lo demás nunca llegó a hablar con soltura, y a la propaganda política, enfrentándose al carlismo y a los vasquistas más moderados de la Sociedad Euskalerria. Arana es elegido diputado provincial y funda el Centro Vasco, apolítico por fuera y nacionalista por dentro. Arana fue el creador de la ikurriña, del Eusko Abendaren Ereserkia (actual himno del País Vasco) y del término Euzkadi (que posteriormente se convertiría en Euskadi).
Durante los días 16 y 17 de septiembre de 1901 Sabino Arana acudió a un encuentro que congregaría a un buen número de escritores e intelectuales, de estudiosos y seguidores del euskera de ambos lados de la frontera, en donde hizo un discurso en el que desarrolló sus ideas para la recuperación y la supervivencia del euskera: hacer de ella una lengua apta para cualquier materia, y convertirla en necesaria para cualquier profesión o actividad. Para ello consideraba necesario fijar y adaptar la ortografía, la gramática y el diccionario y adoptar medidas en la administración, en los medios de comunicación, en la educación, etc.
En 1902, el objetivo es reunirse de nuevo para dar cuenta del trabajo realizado y marcar pautas de actuación futura, pero Arana no puso asistir por encontrarse de nuevo encarcelado tras enviar un cablegrama de felicitación a Roosevelt por haber concedido la independencia a Cuba.
En junio de 1902 el gobernador civil suspende de sus funciones a los concejales bilbaínos del PNV por un hecho similar, ante lo cual Arana publica desde la cárcel el 22 de junio de 1902 un artículo llamado «Grave y transcendental», en el que plantea la posibilidad de crear un nuevo partido con el que, renunciando al independentismo, se pudiera evitar el acoso hacia su ideología.
Desde el 22 de mayo de 1902 hasta el 14 de junio de 1903, una Junta situada en la calle de Luchana de Bilbao se encargó de recoger votos de adhesión para el proyecto. La Junta no consiguió los apoyos necesarios y Arana nombró como su sucesor a un ferviente independentista, de lo que se desprendería claramente, según algunos, que abandonó dicho proyecto españolista.
Gravemente enfermo de la enfermedad de Addison, se solicita su excarcelación por motivos de salud interponiendo recursos judiciales, que son desestimados, y se recogen más de 9000 firmas, que son ignoradas.
El 8 de noviembre de 1902 sale de la cárcel, pero el fiscal anuncia recurso contra la sentencia, por lo que decide exiliarse en Francia bajo la identidad de Sylvain de Arbeste. En septiembre de 1903, a causa del avanzado estado de su enfermedad, Sabino Arana abandona la dirección del PNV, eligiendo como su sucesor a Ángel de Zabala, de clara tendencia independentista.
El 25 de noviembre de 1903 Sabino Arana Goiri, fallecía a los 38 años de edad por la enfermedad del bronce de Adisson.
Sabino Arana fundador ha sido una persona fundamental para la recuperación del euskera en el siglo XX. Vio con claridad la importancia del euskera para la construcción del País Vasco y señaló además las claves para la normalización y la transmisión del euskera, dejando su legado a desarrollar por los jeltzales en particular y todos los euskaltzales en general.
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